La Guardia Civil ha detenido en La Vila Joiosa a dos hombres, ucranianos de 31 y 34 años, y ha investigado a otro ucraniano de 36 años, como presuntos autores de los delitos de estafa, usurpación de estado civil, falsedad documental y organización criminal. Estos hombres, expertos en informática y en falsificación de documentos, han utilizado más de 200 identidades, tanto reales como ficticias, con las que abrieron más de 100 cuentas bancarias, para estafar a particulares, bancos y entidades de crédito.

La denominada "Operación Múltiples", que se ha llevado a cabo por la Guardia Civil en las localidades de Finestrat y La Vila, dio comienzo el pasado mes de febrero a raíz de que se sorprendiera a dos individuos tratando de ocultar decenas de tarjetas de telefonía móvil y diversa documentación, bajo el asiento del vehículo en el que viajaban.

Tras una serie de vigilancias y seguimientos discretos de estas personas, los agentes situaron, en un piso de Villajoyosa, un sofisticado centro de mando y control de varios sistemas informáticos conectados por dispositivos de acceso remoto, dotados de un sistema de seguridad que hacía muy difícil la localización tanto geográfica, como de la IP.

La seguridad se completaba con un sistema de vida en semi-aislamiento de los que allí vivían, quienes ni siquiera movían la posición de las persianas para no delatar su ubicación, y realizaban todas sus compras por internet, valiéndose de mensajeros, para no tener que salir de la vivienda.

Tan solo salían para ir a los cajeros electrónicos para sacar de las cuentas todo el dinero a crédito que solicitaban, y cuando lo hacían iban totalmente tapados para no ser identificados por las cámaras.

Más de 200 identidades reales y falsas

Los investigadores, descubrieron que esta organización había comprado un paquete de datos personales, en los que se incluía la fotografía del DNI.

Con esos datos, elaboraron falsas vidas laborales, falsas nóminas y hasta confeccionaron falsos documentos de identidad (DNI, NIE, permisos de asilo) combinando un número de documento real con los datos verdaderos de otra persona, con el objetivo de abrir cuentas bancarias on line. Si era necesario, fabricaban ellos mismos el documento, gracias a plantillas de documentos nacionales y extranjeros que habían creado en su ordenador, y que materializaban a través de una compleja impresora.

Durante sus siete meses de operatividad, utilizaron más de 200 identidades, falsas y ficticias, y crearon unas 100 cuentas bancarias, con las que solicitaban préstamos a entidades de crédito, o realizaban compras financiadas de artículos electrónicos, que una vez en su poder, revendían a empresas de compra-venta de objetos de segunda mano para sacar beneficio.

Cuando finalmente se autorizó la entrada y registro, mientras la unidad de asalto derribaba la puerta blindada de la vivienda, los autores trataron de arrojar cualquier objeto relacionado con la actividad delictiva por la ventana del séptimo piso en el que residían. Gracias a que se había acordonado ese tramo de calle, no resultó ningún viandante herido y se recuperó la totalidad de los objetos.

El registro permitió incautar ordenadores, impresoras, plantillas en blanco y tintas especiales para la confección de documentos falsos, aparatos de telefonía móvil, ordenadores nuevos listos para ser vendidos, consolas de videojuegos, televisiones, equipos de sonido, tarjetas de crédito y abundante documentación.

La Guardia Civil detuvo a los dos hombres residentes de este piso, e investigó a otro hombre, relacionado con la creación de las cuentas con identidad falsas, (todos ucranianos de 31, 34 y 36 años), como presuntos autores de los delitos de estafa, usurpación de estado civil, falsedad documental y pertenencia a grupo criminal. Tras pasar a disposición judicial, han quedado en libertad con cargos.

Más de 200.000 euros de beneficios

En el estado actual de las indagaciones, se estima que la organización habría obtenido unos beneficios de más de 200.000 euros, con personas afectadas en prácticamente la totalidad de las provincias españolas. Actualmente se continúa estudiando la documentación y ordenadores incautados, se han bloqueado casi un centenar de cuentas bancarias y se estima que el número crecerá ostensiblemente, por lo que la operación permanece abierta para averiguar quien vendió el paquete de datos, no descartándose nuevas detenciones.