En Callosa d'en Sarrià las aguas andan revueltas después de que Compromís, quien gobierna junto al PSOE, no consiguiera aprobar los presupuestos municipales de 2018, precisamente porque sus tres socios socialistas se abstuvieron en la votación; mientras que cinco concejales en la oposición votaron en contra, lo que dejó a las cuentas municipales en el aire por ahora.

En la sesión plenaria en la que se tenían que aprobar los presupuestos se notaba la tensión, la misma que desde hace unos meses reina en el equipo de gobierno, formado por los cuatro concejales de Compromís y los tres del PSOE, desde que en el mes de enero uno de los ediles socialistas, Francesc Guardiola, abandonara sus delegaciones. Desde entonces, el pacto que se firmó para garantizar la gobernabilidad del municipio se tambalea, e incluso algunos socialistas lo dan por roto, y lo ocurrido con los presupuestos podría ser la puntilla para acabar con él.

El alcalde, Josep Saval, explicó ayer que el voto de sus socios le causó «sorpresa» a la vez que «incomprensión». Así indicó que tras lo ocurrido, las cuentas municipales para 2018 quedaran bloqueadas, tras seis meses de negociaciones entre ambos partidos.

Sin embargo, desde el PSOE, el mismo Guardiola explicó a este diario que la razón de su abstención es muy clara: «no han llegado a un consenso» con ellos y no comparten parte de lo recogido en algunas partidas, de ahí que no dieran su apoyo a los números de Compromís.

En Callosa, la corporación está formada por los cuatro concejales de la formación nacionalista, tres del PSOE, cuatro del PP, y ahora dos no adscritas, la exedil de Ciudadanos Montserrat Romeu, y la exconcejala de UPYD Mari Carmen Mascaró. Esta última también se mostró muy crítica ayer con la actitud del equipo que encabeza el alcalde. Y es que, según alega, tampoco ha habido consenso con ningún otro partido e, incluso, la enmienda que presentó al presupuesto ni siquiera fue debatida y votada en la sesión, a pesar de haberse registrado en tiempo y forma.

Así que la formación nacionalista tiene ahora trabajo por delante si quiere aprobar unas cuentas que recojan «aspectos importantes» para la ciudad, como indicó el alcalde, y que no pueden esperar. Para ello, se comprometieron a «volver a abrir vías para buscar soluciones que desbloqueen el Ayuntamiento y le aporten la estabilidad que se merece» y apeló «a la responsabilidad política del resto de grupos».

El PSOE sigue en el gobierno

El voto de abstención del PSOE a los presupuesto despertó viejas marejadas en el equipo de gobierno. El alcalde indicó que habrá que «reflexionar» y que será el partido a nivel local quien decidirá el siguiente paso en la reunión que todos los martes celebran. Así que habrá que esperar a ver si los socialistas siguen o no en el gobierno.

Por su parte, desde el PSOE indicaron que «si ha perdido la confianza» en los dos concejales «les puede quitar las delegaciones». Una situación que dejaría a Compromís sólo con cuatro regidores, una amplia minoría frente a nueve concejales en la oposición.