Las camareras de piso de Alicante tienen un nuevo enemigo en sus reivindicaciones de cara a obtener un puesto de trabajo que no atente contra sus derechos laborales. Además de reivindicar salarios y condiciones acordes a las grandes cargas de trabajo que soportan y de cuestiones que ya han denunciado, como la externalización masiva de servicios en los hoteles, el uso que algunos empresarios realizan de las nuevas tecnologías, en los últimos años, se han convertido en otro aspecto a tener en cuenta.

Desde CC OO, Pepo Ruiz Olmos, secretario de comunicación en l'Alacantí y Les Marines, advierte que el control de los trabajadores, 24 horas al día, a través de elementos como WhatsApp «está empezando a ser una mala práctica generalizada en sectores como la hostelería». El sindicato asegura que la inmediatez que ofrecen estas aplicaciones para comunicarse con los empleados estaría directamente relacionada con una «improvisación total» de los horarios laborales en algunos hoteles y negocios.

Olmos relata que en países cercanos como Francia incluso se está legislando este tema para que un empleado pueda ignorar correos o mensajes recibidos fuera de la jornada obligatoria: «No hay un ambiente constructivo en torno a las nuevas tecnologías. En España estas herramientas, en lugar de para estimular al trabajador, se utilizan para cambiar los horarios al antojo de las empresas».

Este fenómeno, aunque todavía no está muy extendido, comienza a afectar al sector de las camareras de piso. La portavoz de las «Kellys» de Benidorm, Yolanda García, admite que en los últimos meses ha tenido constancia de varios casos, «alguno incluso en plena noche», en los que el teléfono móvil ha servido, fuera del horario de trabajo, para comunicar una modificación de la jornada laboral: «Da la sensación de que no tenemos vida propia. Tenemos que estar disponibles 24 horas al día», lamenta.

Conciliación

Según aclaran desde las «Kellys» este tipo de situaciones hacen que sea muy difícil conciliar la vida laboral con el ámbito familiar. Sin embargo, estos cambios repentinos, son algo, «por desgracia», anterior al uso actual de herramientas como los teléfonos inteligentes. La portavoz de las camareras de piso explica que hay hoteles que «cambian los partes de trabajo o los días libres de un día a otro» e incluso que no respetan los convenios a la hora de planificar las vacaciones que corresponden a estas trabajadoras. Desde CC OO culpan a la última reforma laboral, documento «que ha dado mucho margen para modificar e improvisar horarios», de esta práctica.

Para el sindicato, este control por parte de algunos jefes hacia sus empleados, no es exclusivo de sectores como las camareras de piso. Ruiz Olmos pone de ejemplo a los repartidores de comida rápida, que en toda España «son castigados si no atienden a cualquier hora un pedido». Esta situación, asegura, impide a mucha gente que trabaja a media jornada poder buscar otro empleo «ya que nunca saben cuándo tienen que estar disponibles».

Ante estos problemas, agravados por la existencia de algunas aplicaciones, las camareras de piso reclaman más medidas (como guarderías en determinados lugares) que permitan una conciliación «real». García, en nombre de las «Kellys», exige, sobre todo, que las empresas planifiquen y avisen con tiempo, «según marca el convenio», de los días libres y horarios de trabajo a realizar por sus empleados.