El alquiler de bicicletas públicas de Benidorm es un servicio que se ofrece a los usuarios a precios asequibles para que dejen el coche y se muevan por la ciudad de forma sostenible. El problema es que, para las arcas municipales, este servicio no es rentable, o al menos, no lo es en sí mismo.
Por ello, la gestión de estas bicicletas está incluida en el contrato de la concesión del Mobiliario Urbano de la ciudad, que tiene la mercantil Impursa que es la encargada de controlar que el servicio se preste en condiciones óptimas. Sin embargo, en Benidorm, los usuarios llevan más de un mes sin poder coger una bicicleta. La razón: la empresa de Bicidorm está preparando un renovación de la flota, tal y como publicó este diario, lo que ha hecho que desde el pasado mes de abril no haya bicicletas en la veintena de estaciones con las que cuenta el municipio. Y parece que va para largo.
Tras conocer la suspensión del servicio, el gobierno local mandó dos notificaciones a Impursa, una primero para que le diera los datos del servicio y otra después en la que se le anunciaba que se le abriría un expediente por incumplir el pliego.
Así lo explicó ayer a este diario el concejal de Movilidad, José Ramón González de Zárate quien indicó que «se les ha requerido hoy (por ayer) que nos den una solución inmediata al problema».
Así que mientras ésta llega, los usuarios están sin bicicletas. El portavoz adjunto de Ciudadanos (Cs), Juan Balastegui, criticó ayer precisamente que «es ridículo que Benidorm cuente con 70 kilómetros de carril bici» y «realice campañas para fomentar el uso de este vehículo y sin embargo no tenga ni una sola bicicleta pública en la calle desde el pasado 3 de abril».
El edil quiere que el gobierno local dé una solución «de inmediato» a la situación de «parálisis» del servicio municipal de alquiler de bicicletas. Además exige al ejecutivo que se siente con la empresa para restaurar el servicio lo antes posible porque «no es lógico que sigamos invirtiendo en adaptar viales para ciclistas y dejemos relegado el servicio a la nada».
Un contrato nuevo
Así que con esta situación sobre la mesa, Cs quiere que el servicio de alquiler de bicicletas se licite independientemente al del Mobiliario Urbano, del que depende actualmente. «Si se apuesta por la bicicleta, hay que hacerlo con todas las garantías», alegó.
El concejal de Ciudadanos denunció además que esta situación está suponiendo «un quebranto» para quienes utilizaban el servicio tras adquirir bonos «porque no pueden utilizarlos»; pero también porque da «una mala imagen para la ciudad con 25 estaciones vacías, que no sabemos si servirán de paradas para las caminatas urbanas que quieren promover a falta de bicicletas».
Sin embargo, el concejal de Movilidad indicó que habría que «realizar un estudio económico» para ver realmente la viabilidad de que las bicicletas públicas se gestionen a través de un contrato independiente. «En la concesión del Mobiliario Urbano se compensa con otras cuestiones y no crea un desequilibrio económico», indicó. Con todo la concesión acaba en octubre y habría que volver a licitarla.
Pero hay más. El servicio en sí no es rentable, pero no sólo en Benidorm, sino en más ciudades como Madrid o Barcelona. «Las capitales que tenían este servicio independiente han acabado incluyéndolo en otros contratos», explicó De Zárate. Así que el poder gestionarlo por sí sólo tendrá que estudiarse muy a fondo.
Con todo, las mismas fuentes indicaron que en Benidorm se quiere seguir apostando por un transporte sostenible como es la bicicleta. De ahí que se hayan ampliado en los últimos tiempos los kilómetros de carriles para éstas pero también con la creación de una escuela para que los adultos usen este transporte.
