Tras el fallecimiento del sociólogo Mario Gaviria, uno de los principales defensores del patrón urbanístico de Benidorm, el alcalde, Toni Pérez, ha vuelto a reafirmar la intención de que el municipio sea declarado Patrimonio de la Humanidad.

Esta lucha para que la Unesco reconozca fortalezas de Benidorm (dentro de la categoría de «bienes mixtos») como sus rascacielos, su modelo turístico, su gestión del agua o su particular clima, comenzó, no obstante, hace casi una década.

«El Dubai europeo»

Fue en octubre de 2008, con Pérez Fenoll como alcalde y mientras la ciudad celebraba su «XII Foro Internacional de Turismo». En el evento participaba Philippe Duhamel, profesor de diferentes universidades francesas, bajo una conferencia titulada «¿Destinos o ciudades turísticas?». Duhamel, por aquel entonces, ya puso en valor el conjunto arquitectónico de Benidorm e insistió en que «el Dubai de Europa» merecía que alguna institución presentase una propuesta a la Unesco solicitando ser Patrimonio Mundial.

Con el cambio de gobierno, el primer edil socialista, Agustín Navarro sucedió a Pérez Fenoll e incorporó a Mario Gaviria a su equipo en 2009, uno de los responsables del crecimiento de Benidorm durante los años 60 y 70. El sociólogo, además de realizar durante medio año trabajos para modernizar lugares de la ciudad como l'Aigüera o tratar de conseguir que el AVE llegase a Benidorm, propuso elaborar un grupo de trabajo para empezar con los estudios previos que sirvieran para declarar a Benidorm como Patrimonio de la Humanidad.

Un reflejo de la cultura española

En marzo de 2011, como parte de un proyecto de investigación dirigido por el profesor de Sociología del Turismo, Tomás Mazón (director de la Cátedra de Estudios Turísticos Pedro Zaragoza durante varios años), Gaviria volvía a insistir en que «una ciudad que es un reflejo de una cultura europea liberadora, como lo es Benidorm, debería ser Patrimonio por la Unesco,al igual que lo es ya el flamenco».

Estas palabras dan fe de la insistencia del sociólogo, recientemente fallecido, por honrar a un modelo por el que apostó, junto con otros muchos expertos, desde que la ciudad comenzó a abrirse al turismo.

Pese a sus estudios y declaraciones, no fue hasta abril de 2015 cuando el Ayuntamiento anunció de manera oficial que promovería una candidatura formal ante la Unesco. Gaviria, que compareció en rueda de prensa junto a Agustín Navarro, también insistió en la idea en una conferencia («Benidorm, apuesta de futuro»), que realizó en la ciudad.

El alcalde socialista, por aquel entonces, explicaba ante los medios que la ciudad «ya cumplía con seis de los requisitos para optar a la candidatura»; un proyecto que se basaba en dignificar el modelo turístico y urbanístico de Benidorm, «uno de los pilares del Estado del Bienestar en España».

Tanto Navarro como Gaviria señalaban, hace ahora justo tres años, que el proceso para intentar lograr la declaración podría durar «entre 3 y 6 años». Se da la circunstancia de que el anuncio del inicio de la tramitación para obtener esta distinción en 2015, coincidió con el fallecimiento de José Miguel Iribas, quien durante siete años fuera el jefe de Estudios del Ayuntamiento de Benidorm y otro de los grandes defensores del modelo urbanístico de la ciudad.

El alcalde, actual Diputado Provincial y edil del PSOE, volvió a retomar la idea en diferentes actos y discursos (como en el "Día de Benidorm de 2015") e incluso su grupo presentó una moción que fue aprobada en enero de 2017, con el apoyo de la actual corporación, «para impulsar definitivamente la candidatura de Benidorm».

Se retoman los trabajos

Meses más tarde, en junio de 2017, el alcalde del PP Toni Pérez, elevaba al pleno una propuesta que perseguía «iniciar los trabajos exploratorios» con el fin de determinar cómo se plantearía dicha candidatura. Pérez llegó incluso a defender en la cadena de televisión británica BBC que Benidorm debería ser Patrimonio de la Humanidad.

Posteriormente, en julio de 2017, una vez retomada la idea, Benidorm presentaba a un equipo de cerca de 20 profesionales de distintas ramas, encargados de definir durante medio año los atractivos de la capital turística para llegar a ser un bien mundial. Toni Pérez explicaba en la presentación que se trataba de «un anhelo que la ciudad arrastra desde hace años».

El economista y doctor en Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad de Alicante, Armando Ortuño, era el encargado de capitanear este equipo de personas, formado por nombres como el propio Mario Gaviria, Josep Ivars, Fernando Vera,Tomás Mazón, Juan Díaz o Carlos Baños; un amplio grupo de expertos en temas como turismo, arquitectura, derecho, medio ambiente o turismo.

El alcalde de Benidorm, aclaraba entonces que la ciudad contaba con puntales como el trazado urbanístico del municipio, los rascacielos o el hecho de que el modelo turístico que impulsó Pedro Zaragoza «haya permitido materializar el éxito del Estado del Bienestar, a través de las vacaciones»; valores que la Unesco debía reconocer. Toni Pérez llegó incluso a reunirse, en julio del pasado año, con la directora general de Turismo de la Generalitat para explicar de primera mano todos los detalles de esta candidatura.

Actualmente, el alcalde ha confirmado a este medio que los expertos ya han finalizado «parte de su trabajo» para conseguir que este reto, iniciado hace diez años, sea pronto una realidad. Una candidatura que rendiría homenaje a «todos los que participaron en la creación del modelo Benidorm».

Una ciudad admirada

Antes de que el proyecto llegue a la Unesco, debe ser autorizado por el Consell y por el Gobierno central. Una vez pasados estos dos filtros, ya podría llegar a manos de la organización mundial. El trámite podría demorarse hasta cinco años más, pero, tal y como explicaba el alcalde, sería un gran reconocimiento a todos aquellos que defendieron que Benidorm es una parte importante del patrimonio arquitectónico, social y cultural de la humanidad.

Javier Mariscal, diseñador catalán, afirmaba hace unos años «preferir Benidorm a Florencia». Otros grandes artistas, como Óscar Tusquets, también se han declarado amantes de una ciudad, que sigue buscando conquistar a los miembros de la Unesco.