¿Cómo describiría una jornada habitual de trabajo?
Si te contratan por ocho horas, empiezas antes de las siete de la mañana. Invertimos cerca de dos horas en diferentes tareas, antes incluso de comenzar a limpiar habitaciones. Llegamos a hacer un promedio de 25, por persona y día, en menos de seis horas. Además, limpiamos pasillos, ascensores, bajamos la basura... Supuestamente deberíamos terminar a las 15:00, aunque lo normal es hacerlo sobre las 15:45. Debemos cumplir un parte. No podemos irnos a nuestra hora con habitaciones por hacer.
¿Cuáles son vuestras reclamaciones en la comarca?
Deben controlar el ritmo de trabajo. Esto nos produce estrés y enfermedades musculares. Se han realizado estudios ergonómicos que lo demuestran. Los comités de salud laboral deben funcionar. No se puede vender calidad en un hotel, cuando una habitación se limpia en solo 10 minutos.
¿Este estrés afecta también a otros trabajadores de hoteles?
Las camareras de comedores se pasan la vida en el recinto. Sufren turnos abusivos y hacen jornadas que implican estar gran parte del día en el hotel, a pesar de no sufrir tanta externalización.
¿Es esa externalización el origen principal de sus problemas?
En Alicante hay más hoteles externalizados, pero Benidorm está avanzando, para mal, en este sentido. No se nos considera parte de la plantilla del hotel, con la pérdida de salarios y derechos que esto supone. No tenemos representación sindical si enfermamos e incluso pueden despedirnos. Las compañeras están indefensas.
¿Ser reivindicativa está mal visto por algunos empresarios?
El presidente de Hosbec dice que no representamos a los trabajadores del sector, insiste en que su voz son los comités de empresa de los sindicatos. Lo cierto, es que comienzan a tenernos algo de respeto y a escucharnos. Ven que nos estamos organizando y no saben cuál será nuestro siguiente paso. Se pensaban que seríamos un movimiento que duraría meses y hemos llegado hasta el Parlamento Europeo o el Senado.
¿Por qué cree que no hay casi hombres camareros de piso?
Parece que les da vergüenza dedicarse a este sector de la limpieza, pero no a tareas de cocina. Es un rol casi exclusivo de la mujer, aunque se va avanzando.
¿Cree que sufren una mayor carga de trabajo respecto a otras ciudades menos turísticas?
Hablando con compañeras de Madrid o Barcelona se llevan las manos a la cabeza cuando les contamos que hacemos hasta 30 camas al día. La carga es mayor incluso que en las islas. Aquí no se tienen en cuenta épocas como Semana Santa o verano, en las que hay habitaciones con 3 o 4 camas.
¿Es sostenible el modelo actual de Benidorm?
Los empresarios dicen que aquí hay muchas camas y tienen que ocuparse. Hacen ofertas a bajo precio y esto no se puede sostener a base de cargar a los trabajadores. Hay compañeras que llevan trabajando desde los años 80 y hacían 15 habitaciones en verano. Benidorm sigue manejando buenos datos y el modelo sigue funcionando, pero no se puede sustentar en la precariedad.
Se han reunido con Ayuntamiento y Hosbec, ¿Qué soluciones les han planteado?
El diálogo siempre nace desde nosotras. Nos reunimos hace mucho y solo se presentó una persona por la Patronal. Les trasladamos temas como la gran carga laboral que sufrimos o que no se respetan los días libres. Nos han escuchado, pero el problema es que existen unas comisiones paritarias dentro de los hoteles que no trasladan quejas a Hosbec. Con el Ayuntamiento, Compromís presentó una moción para apoyarnos, pero no sabemos si servirá para algo más.
¿Algunos políticos y hoteles les acusan de generalizar?
Hay algún hotel que respeta el convenio, pero no la mayoría. Hay hoteles pequeños, con una carga de trabajo asumible, pero lo normal es que el 80% no respete los convenios. La mayoría ni paga los días libres como corresponde. Generalizamos porque la sobrecarga de trabajo es normal aquí.
¿Qué conclusiones sacan del encuentro con Rajoy?
Trasladará nuestras reivindicaciones a la Mesa de Empleo y Turismo, pero es una figura que ya existe y nunca ha abordado soluciones reales para temas como la prevención de riesgos laborales. Las compañeras le explicaron cuestiones como modificar el Estatuto de los Trabajadores o cambiar la ley para prohibir la externalización. Rajoy escuchó y lo va a estudiar, pero no ha prometido medidas concretas. Le hemos entregado nóminas, denuncias? Esperemos que tome medidas. Estamos así, en parte, por su reforma laboral. Ha favorecido los convenios de empresa antes que los colectivos y ha abierto las puertas a las empresas multiservicio, que precarizan al sector.
¿Cuál es el siguiente paso?
Captar a más compañeras. El día 11, además, nos reuniremos con una inspectora de trabajo para que comiencen a sancionar a las empresas que se salten la ley.
