La cifra de limpiadoras de hoteles de la Marina Baixa que secundarán, durante toda la jornada, la huelga feminista programada para el día 8 de marzo no llegará a la decena. El motivo, según explicó la portavoz de las «Kellys» en Benidorm y la Marina Baixa, Yolanda García, no es otro que el «miedo» de las trabajadoras a las represalias que este parón les podría ocasionar de cara a su «delicada» situación laboral. Las trabajadoras, tal y como denuncia su portavoz, temen que estas empresas «que abusan de la subcontratación» se escuden en la huelga para sancionar «o incluso despedir» a las mujeres que apoyen esta causa que se reivindicará en toda España el próximo jueves.
Desde los diferentes sindicatos hay convocadas varías vías de protesta para el día 8. De esta manera, la mayor parte de las «Kellys» apoyará la opción de CC OO y UGT consistente en no trabajar durante dos horas.
Otras, las menos, se sumarán a la medida que promueve CNT o CGT, que pasaría por parar toda la jornada, «algo que muy pocas camareras de piso se puede permitir». Yolanda García apunta a que «lo ideal sería que todas protestaran durante 24 horas ante la precariedad y el machismo», pero la realidad es que los contratos eventuales y la situación laboral de muchas de estas trabajadoras no permitirá el parón total durante la jornada.
La trabajadora de Benidorm aclara que, aunque no sea de manera presencial (apenas una representación de las «Kellys» viajará todo el día a Alicante a participar en los diferentes actos programados durante la huelga), toda la asociación está de acuerdo con los ideales de la huelga.
Durante el 8 de marzo, la representación de camareras de piso de la comarca participará en acciones conjuntas con las limpiadoras alicantinas, como manifestaciones o piquetes informativos.
Además de al miedo, la portavoz apunta a la falta de información como otra de las causas de que la huelga no vaya a tener un mayor calado entre sus compañeras: «Ha habido muy poco asesoramiento en determinados puestos de trabajo. A una empresa que te tiene subcontratada no le interesa que pares durante toda la jornada, por muy legal y legítimo que esto sea».
Protestas
Durante los últimos años, las «Kellys» han organizado diferentes actos y protestas para denunciar la precariedad laboral existente en un sector clave para Benidorm. «Las mujeres sufrimos doblemente la crisis y la precariedad laboral. Es un trabajo a tiempo parcial que apenas nos va a permitir cobrar una pensión mínima al jubilarnos, eso sin contar con que somos nosotras las que llevamos el peso de las familias y los cuidados del hogar», se lamenta García.
A raíz de este trabajo «invisible», las camareras de piso animan a participar «más si cabe» en esta huelga: «Paramos contra la violencia machista y por un mercado que nos trata como mercancía. Es necesaria una educación que fomente la igualdad y que implique a los hombres en los cuidados y tareas de casa», sentenció.
