Elevar las tarifas de un programa que, según afirman, dejó de serles rentable hace mucho tiempo o pedir una nueva contrata que obligue a negociar todas las condiciones desde la base. Los hoteleros de la Costa Blanca, junto a otros representantes del sector a nivel nacional, han condicionado la continuidad del actual plan del vacaciones para mayores del Imserso a elevar en torno a 3,50 euros por persona y día el precio final que perciben los empresarios por alojar a turistas de la tercera edad en sus instalaciones.
Así se lo han hecho saber al Ministerio de Asuntos Sociales durante una reunión mantenida esta misma semana para negociar la posibilidad de ejecutar la cuarta anualidad de la prórroga que preveía la actual adjudicación. Un encuentro en el que, según fuentes de Hosbec, la patronal turística de la Costa Blanca, ambas partes habrían acercado posturas para mantener durante la campaña 2018-2019 la misma estructura en la organización de viajes pero pasando, sí o sí, por una mejora en la retribución final que perciben los hoteles. De no aceptarse su petición, exigirían iniciar un nuevo procedimiento de adjudicación de este programa, lo que obligaría a revisar todo el programa de cero, punto por punto, y abocaría a ambas partes a una negociación mucho más compleja.
Incrementar los ingresos derivados de los viajes del Imserso es desde hace años una de las grandes reivindicaciones del sector. Y razón no les falta. Un establecimiento de cuatro estrellas de Benidorm o de cualquier otro punto de la provincia cobra 21,5 euros diarios por alojar en sus instalaciones a un turista que viaja por medio de este plan y que se hospeda en régimen de pensión completa. Esto es, con tres comidas diarias -en las que se incluye vino y agua como bebidas-, alojamiento, servicio de animación, wifi y otros extras. Para el caso de los hoteles de tres estrellas, la tarida se reduce a 21 euros diarios por los mismos servicios.
Con esos 21 euros el hotelero también ha de cubrir el pago del IVA, lo que, según cálculos de la patronal hotelera, reduce a 18 euros los ingresos netos que acaba percibiendo el hotel para afrontar los gastos generados por el consumo del propio turista y los necesarios para el funcionamiento del hotel. «Llevamos años trabajando en pérdidas, con unos ingresos que apenas llegan para cubrir costes y poco más. Es un sistema que no se puede mantener», apuntan desde Hosbec.
¿Cuál es el precio justo para los hoteles? La asociación ha fijado en torno a 25 euros por persona y día la que, a su juicio, sería una retribución razonable. Y ese es el precio final que tienen previsto pelear para avalar este último año de prórroga en el contrato, con la confianza de que el propio Ministerio apoye este incremento de tarifas que, en términos porcentuales, se traduciría en una mejora cercana al 20%. Falta ver qué opinan las dos empresas adjudicatarias del programa.
Rentable para el Estado
El plan de vacaciones sociales del Imserso gestiona anualmente en torno a un millón de paquetes vacacionales, que se reparten entre las distintas zonas costeras y las islas. La Comunidad Valenciana, pero fundamentalmente Benidorm, aglutinan alrededor de 180.000 paquetes y son, año tras año, uno de los destinos preferidos por los jubilados a la hora de hacer sus reservas, un dato que se refleja en el hecho de que estos paquetes se agotan prácticamente desde el primer minuto de comercialización. De ahí que los hoteleros de la ciudad jueguen con la baza de su peso específico para intentar obtener las mejoras que reclaman desde hace años.
Para defender sus reivindicaciones, los empresarios esgrimen datos. No sólo los que tienen que ver con sus exiguas ganancias o con el «efecto distorsionador» de los precios que, a su juicio, genera el Imserso frente a otros operadores en temporada baja, sino también en términos mucho más amplios. Por ejemplo, que «las arcas del Estado son las que hacen el gran negocio», ya que el Ministerio de Asuntos Sociales invierte 69 millones en subvencionar estas vacaciones, mientras que el de Hacienda recauda 103,5 por los ingresos directos que genera el propio programa en impuestos, cotizaciones y el no pago por prestaciones de desempleo. O, dicho de otra forma, que el Imserso genera un retorno de 1,5 euros por cada euro invertido.
Igualmente, defienden que elevar el precio hotelero a los niveles que están reclamando representaría un incremento del precio final de los viajes de unos 25 euros, una cantidad que, a su juicio, sería «perfectamente asumible» por parte de los clientes si ello conlleva «que los hoteles queramos seguir apostando por este programa y podamos mantener un buen servicio para los turistas del Imserso».
