El Ayuntamiento de Benidorm ha puesto sobre la mesa una posible solución al problema histórico de los retranqueos; es decir, del espacio que algunos negocios ocupan en la vía pública fuera de sus locales. Para regular esta situación, el gobierno local va a estudiar un sistema de compensaciones similar al que ya se aplica a los hoteles de la ciudad, en lo que se conoce como el «premio hotelero», por el que estos establecimientos pueden aumentar su edificabilidad a cambio de unas compensaciones. En algunos casos, la elección ha sido ceder un tramo de la propiedad para ampliar las aceras o el espacio público.

La intención es estudiar la posibilidad de seguir ese modelo, que se incluyó en la modificación puntual número 1 del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), pero esta vez aplicado al suelo terciario. En el caso de los establecimientos comerciales o de restauración que tengan retranqueos, esta compensación sería ceder para el uso público una parte de la superficie ocupada o que, en su defecto, compensen económicamente al Ayuntamiento por ese espacio. Pero el Consistorio tendrá que estudiar a fondo esta cuestión ya que algunos negocios apenas cuentan con superficie para esta cuestión.

Esta fórmula es la que se planteó ayer en el Consejo Asesor de Escena Urbana, formado por todos los grupos de la corporación, asesores independientes y representantes de varias asociaciones empresariales y del Consejo Vecinal. Allí se debatió esa necesidad de abordar lo antes posible la ordenación de los retranqueos en edificación abierta y se hizo en base a un estudio encargado en 2011 por el gobierno de aquel momento y que, hasta ahora, no se había abordado en profundidad.

Pero primero, el Ayuntamiento debe redactar una nueva modificación puntual del Plan General para poder tratar a fondo esta cuestión que se extiende por varias zonas como la avenida del Mediterráneo o el Rincón de Loix.

El alcalde, Toni Pérez, explicó que el gobierno local tomará el mandato del Consejo Asesor de Escena Urbana e iniciará el expediente de la que sería la modificación puntual número 22 del PGOU, siguiendo «la hoja de ruta» marcada en la reunión y encargando todos los informes necesarios.

Una modificación que deberá tramitarse en sede municipal y autonómica. Al tener que ser aprobado por el Consell, no se puede poner fecha a cuándo se podrá llevar a cabo.

Otra modificación

Por otra parte, el Consejo también ha planteado dividir en dos la modificación puntual número 20, para separar así los asuntos de «ordenación pormenorizada» de los de «ordenación estructural».

Esta modificación referida al uso terciario-comercial regula aspectos como la implantación de establecimientos en los sótanos de los edificios y primeras plantas de los inmuebles en aquellas calles o ejes comerciales que se determinen.