El forense admite que desechó la ropa de la joven que cayó de un décimo piso tras un primer análisis

Un informe médico forense, al que ha tenido acceso este diario, concretamente explica que «si bien se retiraron, conservaron, y custodiaron los objetos personales hallados en el cuerpo» de la joven, «una vez analizadas macroscópicamente las prendas que llevaba» la fallecida «se procedió a desecharlas y destruirlas». La razón: «al no aportar más elementos de interés para la investigación y permanecer impregnadas de restos hemáticos, con el riesgo biológico consecuente».

Este informe, por tanto, viene a reforzar la teoría de la familia de la joven de que esa ropa, una camiseta rosa y una falda, había desaparecido.

Esta contestación llega después de que, como ya publicó INFORMACIÓN, la titular del Juzgado de Benidorm aceptara el pasado 19 de diciembre el recurso de reforma presentado por el abogado de la acusación, Luis Miguel Zumaquero, después de que se denegaran a finales de octubre precisamente las pruebas que solicitaba esta parte.

En ese recurso, el letrado pedía, entre otras cuestiones, que se «localizara y analizara» las prendas que Kirsty Maxwell llevaba ese día por si hubiera restos de ADN en ella. Para apoyar esta cuestión, la familia incluso solicitó la ayuda de un experto investigador que recoge esta cuestión en un informe hecho para la causa.

Además, el informe que se ha emitido tras la petición del juzgado tiene una segunda parte referida al ADN: «no se procedió a la recogida de muestras» de la ropa para un estudio «de poliformismos» porque ya se habían recogido de otra parte del «área cervical (...) y ambas manos», entre otras. Unas muestras que aún se conservan custodiadas, según el mismo documento.

Detenidos

La muerte de la joven escocesa se produjo el 29 de abril del pasado año cuando se cayó desde la planta décima de un edificio de apartamentos en Benidorm. Por estos hechos se investiga a cinco jóvenes ingleses que esa noche estaban en dicho apartamento desde donde la víctima se precipitó y perdió la vida. Uno de los investigados fue detenido y puesto en libertad al ser el último que había tenido contacto con la joven. Los otros cuatro acudieron el pasado mes de julio a Benidorm para declarar ante la juez acusados de un presunto delito de homicidio. Después, volvieron a su país.

Desde entonces, la familia de Kirsty no ha parado de pedir que se esclarezcan los hechos y que se recaben más pruebas para ello. Desde España, el abogado ha presentado un recurso tras otro para, además de localizar las prendas, poder acceder al apartamento para reconstruir los hechos o que la Policía facilite las identificación de los posibles testigos de aquel suceso y que estaban aquella noche en un hotel justo enfrente.

El pasado 29 de enero, cuando se cumplían nueve meses de la muerte de la joven escocesa, su marido y sus padres, junto al ex detective David Swindell, comparecían en Reino Unido completamente abatidos tras conocer que la ropa de la víctima ya no estaba disponible e, incluso, calificaron esta cuestión como de «imprudencia». Para ellos, según las fuentes consultadas, era una de las pruebas clave para recoger restos de ADN.

A pesar de todo, ante varios medios de comunicación ingleses, mostraron su intención de seguir buscando «la verdad» de lo que sucedió aquel día en Benidorm cuando Kirsty celebraba una despedida con unas amigas y acabó muriendo en el edificio donde se hospedaba.

El caso está siendo muy seguido en el Reino Unido. Hace unas semanas llegó al Parlamento británico cuando la diputada Hanna Burdell lanzó en una de las sesiones una pregunta sobre el suceso y pidió a la administración inglesa que intercediera con la española para aclarar lo sucedido. La representante está en permanente contacto con la familia para interesarse por los avances en la investigación.