Ver el horizonte de Benidorm sin que se distinga su conocida Isla es apenas un misión imposible a no ser que, como hoy, una densa bruma cubra la ciudad. La capital turística se ha despertado este jueves con esa niebla que también ha cubierto los grandes edificios del "skyline" benidormense.

Además de esta bruma, en la ciudad se ha producido un descenso de las temperaturas que ha obligado a sacar de nuevo los abrigos y bufandas cuando hace apenas dos días las playas amanecían llenas de vecinos y turistas por las altas temperaturas.