Una nueva sentencia contra el hotel Atrium de la Cala de La Vila ha hecho temblar los cimientos de este esqueleto de hormigón. El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJ) ha ordenado el derribo de una parte del mismo tras anular las licencias de obra que se otorgaron en 2006 y 2007 para reiniciar los trabajos de este establecimiento hotelero.

En su fallo, al que ha tenido acceso este diario, el tribunal estima el recurso interpuesto por un particular y encomienda la demolición al Ayuntamiento de La Vila y a la mercantil Hotel Luna SL, promotora del proyecto hotelero rebautizado como La Vila Resort. Pero, a la vez, el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 3 de Alicante rechaza el interpuesto en el mismo sentido por el exconcejal de Iniciativa Independiente, Pedro Lloret, quien lleva años litigando contra estas obras.

En el escrito del TSJ se explica que en esta ocasión se anulan esas dos licencias y un decreto de Alcaldía de 2007 al entender que se otorgaron en base a un segundo Plan de Reforma Interior y Mejora (PRIM) aprobado por el Ayuntamiento, gobernado en aquel momento por el PP, y que, según el juez, «es una mera modificación del primero». Un PRIM que también fue declarado nulo en 2012 por el Tribunal Supremo.

Las obras del hotel Atrium se iniciaron en 2002 y se paralizaron años después hasta que, en 2005 se aprobó ese primer PRI para legalizar el exceso de edificabilidad que se detectó en 2003 tras un informe municipal. Con él se pretendía legalizar esa construcción de más que había realizado la empresa y que tuvo que resarcir a modo de compensación con la cesión de 21.000 metros cuadrados de suelo al Ayuntamiento, pagar 1,5 millones de euros para obras públicas en la zona de La Cala, demoler 14.000 metros cuadrados de la estructura y una sanción de cerca de 4 millones de euros.

Ahora, las licencias que se dieron en ese momento se han anulado y se ha pedido la demolición de la parte del complejo hotelero que se haya construido en este tiempo con base en ellas.

La sentencia del TSJ no es firme, por lo que cabe recurso ante el Supremo con un plazo de un mes para presentarlo. Tras conocerse la noticia, fuentes del Ayuntamiento de La Vila explicaron a este diario que el departamento jurídico ya está estudiando el fallo para presentar ese recurso. Por su parte, la mercantil Hotel Luna afirmó que «respeta todas las decisiones judiciales» y que también recurrirá el fallo del tribunal valenciano. Así, recuerdan que «este asunto fue favorable a Hotel Luna en primera instancia. En esta segunda instancia no ha sido así, y nos mantendremos a la espera de instancias superiores».

Otro fallo a favor el mismo día

La sentencia del TSJ no fue la única ayer. Otro fallo, con fecha del mismo día, pero del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 3 de Alicante, ha dado la razón al Consistorio y a la empresa tras otra denuncia del exconcejal vilero en la que denunciaba que las licencias concedidas por el Ayuntamiento a la propietaria del complejo hotelero debían declararse caducadas.

Así, el magistrado considera que para decretar la caducidad de una licencia urbanística debe existir «voluntad expresa» del promotor de abandonar o desistir del derecho a edificar, entre otras razones. Sin embargo, la mercantil, según recoge el fallo, «evidenció inequívoca voluntad de no abandonar la obra ni el proyecto de construcción», al tiempo que indica a la parte recurrente que se acogía a un informe de la Generalitat para solicitar la caducidad, informe que no ha de ser tenido en cuenta pues el urbanismo es exclusiva competencia municipal.

Ante este nuevo fallo, fuentes municipales indicaron que consideran que «las dos sentencias son contradictorias».

La mercantil, además, mostró su «satisfacción» ante la decisión judicial de rechazar esta nueva denuncia de Lloret, que ha sido condenado al pago de las costas por un valor de 1.500 euros. «Con ella se ha refrendado judicialmente las tesis sostenidas por esta mercantil durante muchos años», añadieron.

Fuentes de la empresa denunciaron también públicamente «el acoso contra el proyecto que viene realizando este señor (en referencia al exconcejal de La Vila) nada menos que desde el año 2004, interponiendo desde entonces más de una veintena de contenciosos que han dado lugar a otros tantos procedimientos judiciales en diferentes instancias».