Entre los múltiples inconvenientes de tener que convivir durante 7 años con una obra paralizada, está el «castigo» de tener que dar clase en aulas prefabricadas. Cerca de 400 alumnos estudian desde el año 2011 en la veintena de barracones habilitados en el patio, una situación que ha denunciado hasta el Síndic de Greuges.