Benidorm ya sabe cómo será la futura avenida del Mediterráneo, una de sus arterias más emblemáticas. La que es la principal vía de la ciudad ya cuenta con un proyecto en el que se recoge cada detalle del que será el nuevo trazado donde convivirán tanto peatones como transporte. Pero además, ya se ha desvelado el coste de reformarla: 23 millones de euros.

La avenida del Mediterráneo lleva años a la espera de mejoras. Construida hace más de décadas fue una de las primeras calles de gran tamaño con las que contó la ciudad y que marcó la expansión de la misma. Ahora, parece que la mejora será una realidad. Al menos, ya hay un proyecto que marque la nueva fisionomía y en el que también están recogidas las calles adyacentes pendientes de reformar.

La renovación total de la avenida del Mediterráneo, desde la plaza Triangular hasta el Rincón de Loix tendrá un coste de 23 millones de euros de los cuales, nueve, corresponden a la primera fase del proyecto: el tramo que discurre entre la calle Puente y la avenida de Europa.

Este documento ha sido redactado por una empresa externa, la UTE Esteyco-Guía Consultores por cerca de 172.000 euros después de que fuera la única mercantil que presentó una oferta a la licitación que se hizo a finales de mayo de 2017.

Los primeros en conocer los detalles de la remodelación han sido los miembros del Consejo de Escena Urbana. Ahora, tendrán hasta el 8 de enero para hacer sus aportaciones a la propuesta para que, después, el equipo redactor ultime el proyecto de ejecución de la primera fase para su licitación.

Si los plazos se cumplen, la intención del Ayuntamiento es elaborar el expediente de contratación antes de que acabe enero para así iniciar el grueso de los trabajos en 2018, según fuentes municipales. De hecho, el presupuesto de inversiones del próximo año estará supeditado a esta obra. El alcalde, Toni Pérez, explicó que el segundo tramo tiene un coste superior porque «además de ser el doble, incluye mucho trabajo en el subsuelo, especialmente en lo referido a infraestructuras hídricas».

El proyecto para remodelar la avenida plantea actualizarla para que sea más habitable, con más espacios verdes, totalmente accesible y que opere como una plataforma única en la que convivan zonas peatonales, estacionales y de vehículos. Es decir, que además de la acera para viandantes y los carriles para el transporte, habrá una zona estacional con mobiliario urbano y donde habrá marquesinas, bicicletas, sillas eléctricas o andadores.

Sin barreras

La novedad además está en que estas zonas no estarán diferenciadas con bordillos ni barreras sino marcadas por la configuración del pavimento. Es decir, que se usará una baldosa satinada blanca y gris que irá degradándose hasta unirse con la calzada. Además, la primera fase contemplará sólo dos carriles pero además se restringirá el tráfico a residentes y emergencias y se eliminarán las zonas de aparcamiento. desde Europa al Rincón de Loix hay planificados cuatro viales que serán «variables», según las necesidades.

La avenida contará con diferente iluminación y mantendrá las actuales hileras de plataneros, a la que se sumaría una segunda en la zona estacional con árboles ornamentales autóctonos de menor altura. Además, la Plaza de la Hispanidad funcionará como zona verde con un espacio central abierto y transitable.