Las antiguas casas de los maestros del CEIP Leonor Canalejas de Benidorm empiezan a ser historia. El Ayuntamiento de Benidorm comenzó ayer el derribo de este inmueble, que se encuentra dentro del centro escolar, después de que en 2016 se comprobara que tenía daños en su estructura y fuera desalojado.

Los trabajos más importantes de demolición comenzaron ayer aprovechando las vacaciones de Navidad de los escolares y después que se hayan ido haciendo pequeñas actuaciones menores sobre el edificio.

El inmueble fue clausurado en septiembre de 2016 después de que un informe encargado a la Universidad Politécnica de Valencia resolviera que había daños en su estructura, por lo que hubo que desalojarlo y trasladar el comedor a otro edificio del centro.

Finalmente ha sido el Ayuntamiento de Benidorm quien ha asumido el derribo del mismo después de conseguir la autorización de la Conselleria de Educación que es quien tiene las competencias en esta materia.

Y mientras las paredes se echaban abajo ayer, el pleno aprobaba por unanimidad adherirse al Programa Edificant de la Generalitat Valenciana para construir un nuevo edificio en el colegio Leonor Canalejas. En este nuevo edificio, según la propuesta del alcalde Toni Pérez, se ubicarán los servicios que hubo que reubicar tras el desalojo, así como la Escuela Permanente de Adultos (EPA), ubicada temporalmente en El Torrejó desde que se contruyó este último.

Si la Generalitat acepta la adhesión, el Ayuntamiento asumirá la construcción del nuevo edificio de planta baja más dos alturas, con un coste de alrededor de 1,5 millones de euros; cuantía que, según las bases de Edificant, el Consell reintegraría al Consistorio. El portavoz José Ramón González de Zárate hizo ayer además un llamamiento para que, al margen de Edificant, la Generalitat termine las obras del IES Pere Mª Orts i Bosch y del Vasco Núñez de Balboa.