Cientos de agricultores afectados por la Xylella Fastidiosa se manifestaron ayer en El Castell de Guadalest contra el plan de erradicación propuesto por el Consell para acabar con la plaga. Los participantes argumentan que el único objetivo de esta acción es arrancar una gran cantidad de árboles sanos sólo por estar cerca de un ejemplar infectado. La protesta, convocada por la organización agraria Asaja y los propios afectados por el problema, recorrió el trayecto entre El Castell de Guadalest y Benimantell, donde se leyó un manifiesto reivindicativo.

La marcha, precedida por agricultores y tractores, fue seguida por cantidad de vecinos y afectados, con grandes carteles reclamando un plan de contención inmediato que acabe con la plaga pero no con los ejemplares sanos. El secretario técnico de Asaja Alicante, Ramón Espinosa, explicó que la manifestación era un primer paso para hacer reflexionar a la Generalitat sobre su plan de erradicación, que contempla el arranque de todos los árboles en un radio de 100 metros alrededor del ejemplar infectado. El argumento de la protesta es que desde el Consell no se justifica la ejecución de este plan y la retirada de árboles sanos menoscaba el sotobosque sin dar solución productiva ni beneficiosa a los afectados.

Espinosa explicó que «si se ejecutan los cuatro focos localizados este plan va a afectar a más de 250 hectáreas de almendro en secano de la Marina Baixa, la Marina Alta y El Comtat». El primer foco de la Xylella en la provincia se localizó el pasado mes de junio en El Castell de Guadalest, de ahí que la manifestación se realizara en esta localidad, y después se halló un segundo foco en Benimantell, dos municipios, según el secretario técnico de Asaja, «muy implicados en la reivindicación y en la búsqueda de soluciones».

Para el citado responsable, «la Conselleria de Agricultura debe de convencerse sobre la revisión del plan de contingencia y recurrir posteriormente al Ministerio y de ahí a Bruselas para así poder llevar a cabo un plan de contención como se hace en otras comunidades o países». El plan de contención, dijo, debería ser riguroso, de manera que se erradiquen sólo los ejemplares infectados y, en paralelo, realizar un tratamiento fitosanitario selectivo y un seguimiento periódico para ver la evolución de la Xylella. La asociación de afectados ya se movilizó en la primera actuación de erradicación y sigue luchando para que se escuche su opinión.

Espinosa también destacó que el Consell no tiene que aplicar a rajatabla el plan señalado desde la Unión Europea para agradar, sino que hay que ajustarlo a la realidad. Agregó que Bruselas no da subvenciones por la contención sino para la erradicación, un aspecto que «podría estar generando un beneficio para la Generalitat y de ahí su favoritismo por esta medida exterminadora». También hizo hincapié en el interés del gobierno autonómico, dijo, por intentar contentar siempre a la UE aunque sea a costa de perjudicar a ciudadanos que les han dado el voto y que confiaron en ellos y que ahora no se están viendo respaldados en esta situación.

Los apicultores también alzan la voz en la protesta

El colectivo de apicultores también denunció en la manifestación que se estén realizando fumigaciones en época de floración provocando un alto índice de mortandad de abejas que afecta a la polinización. Un proceso sin duda muy importante para cantidad de procesos de producción y crecimiento. A ellos se sumaron los agricultores ecologistas, que piden que se eliminen los productos fitosanitarios prohibidos y se utilicen otro tipo de medidas que no afecten a este tipo de cultivo ecológico. En definitiva, una vía reivindicativa que incide en no aplicar lo que viene de la Unión Europea de forma genérica y analizar la realidad para ajustar y favorecer en la mayor medida posible a todos los colectivos que se preocupan y trabajan por la agricultura y por el cuidado del medio ambiente, así como su rendimiento.