La calle Pal de La Vila, en pleno casco antiguo, conserva un muro con siglos de historia sobre sus espaldas. De hecho, algunos documentos corroboran que se trata de la antigua muralla que sirvió para la defensa de la ciudad y que está considerada Bien de Interés Cultural (BIC). Sin embargo, a la hora de la conservación y mantenimiento del mismo, las opiniones sobre si se trata de un muro histórico o una simple pared son variadas.

Los vecinos de la zona defienden lo primero: el muro de debajo de sus casas es parte de la muralla. Por ello, consideran que es tarea del Ayuntamiento de La Vila garantizar su conservación y mantenimiento, más al tratarse de un BIC. Además, aseguran que existe un informe del Consell que así lo estipula.

Pero desde el Consistorio mantienen otra versión avalada por sus propios informes municipales y por uno externo realizado por la Universidad de Alicante: la pared de la calle Pal es un simple muro. Por tanto, es tarea de los vecinos pagar las tareas de mantenimiento y remodelación del mismo para conservarlo.

Esta polémica no es nueva pero se ha reavivado en los últimos meses. Los vecinos han acudido además varias veces al Síndic de Greuges, según las fuentes consultadas por este diario. La razón no es otra que los recibos que están pagando por los trabajos de conservación. El propio Síndic, ante la queja presentada los vecinos, «se manifestó en ese sentido, recomendando a las autoridades municipales que no cobraran a los vecinos antes de aclarar esa cuestión», explicaron los afectados. Pero hay más. Los recibos que se están cobrando en algunos casos «son desorbitados» y muchos residentes no les pueden hacer frente.

En un comunicado, los residentes explicaron que «el Ayuntamiento ha atribuido la propiedad de la Muralla del Mar de la ciudad a los vecinos colindantes con dicha estructura defensiva». Aseguran que se basan en «la interpretación restrictiva de un informe municipal que dice que es un mero muro de contención» y que el Ayuntamiento, «que no es competente para determinar su titularidad, nos atribuye la propiedad del muro y pretende hacernos correr con los costes de reparación».

Todo ello, añaden, «en contradicción con la redacción del propio plan de protección del Casco Antiguo».

Con todo, fuentes municipales explicaron a este diario que sus informes «son muy claros» sobre qué es ese muro y que, en base a éstos, «se está actuando» para conservar esta parte de la calle Pal.