Las torres de Punta Llisera de Benidorm, conocidas como «Gemelos 28», no serán derribadas de forma inminente. Así lo confirmó la concejala de Urbanismo, Lourdes Caselles, después de que el Ayuntamiento haya tenido una reunión con el abogado de cerca de 60 vecinos que tienen viviendas en estos dos edificios. El Consell ha presentado un recurso de reposición contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJ) en la que obligaba a la Generalitat a hacerse cargo de la demolición de las dos torres al considerarlas ilegales.

Así que el proceso puede ir para largo porque, además de este recurso, caben más contra el alto tribunal por parte de los propietarios. De hecho, ellos mismos a través de su abogado han trasladado al Ayuntamiento que tienen intención de agotar todas las vías legales para evitar que los edificios de Punta Llisera acaben demolidos.

Por ahora, y tras conocer cómo está exactamente la situación, el Ayuntamiento ya ha solicitado reuniones con las dos partes implicadas en este proceso judicial, la Generalitat y el Ministerio de Medio Ambiente. A la espera de que esas peticiones sean aceptadas, el gobierno local ha pedido a los servicios jurídicos municipales que estudien la posibilidad de que el Ayuntamiento «nos podamos presentar como parte» en el proceso porque hasta ahora sólo tienen conocimiento de todo lo acontecido por terceros al no ser parte.

Con todo, la edil de Urbanismo ha recalcado en todo momento que las licencias municipales de ocupación que otorgó el Consistorio son «están bien dadas de acuerdo con las leyes porque las torres cumplían todos los parámetros urbanísticos» y que lo que ha tumbado el TSJ es la «autorización otorgada por el Consell».