Un riesgo reducido pero no erradicado. La conselleria de Agricultura ha puesto freno, por ahora, a las fumigaciones contra la plaga de la Xylella en aquellas plantaciones en las que predomine el cultivo del níspero, como explicó ayer a este diario el director general de este departamento autonómico, Roger Llanes. Con esta decisión el gobierno valenciano (PSOE y Compromís) quiere poner a salvo a miles de colmenas diseminadas por varias poblaciones de la Marina Baixa, que iban a ser expuestas a los mismos efectos que la bacteria a combatir, que ya ha arrasado más de medio millar de almendros en toda la provincia de Alicante.
Cabe recordar que fue hace menos de una semana cuando los operarios de Tragsa -empresa encargada de llevar a cabo los tratamientos contra las plagas- desembarcaron en Tárbena y Bolulla, dos municipios al norte de la Marina Baixa, para iniciar los tratamientos fitosanitarios estipulados en el protocolo de actuación contra la Xylella, sin aviso previo a los apicultores de la zona. Varios productores de miel decidieron oponerse a la fumigación para salvar así su trabajo de todo un año.
Hay que tener en cuenta que es en este momento cuando los nísperos de la zona se encuentran en pleno proceso de floración, lo que atrae a miles de abejas de las millares de colmenas que hay en esta parte de la provincia. De ahí que la aparición de los operarios de Tragsa para fumigar los cultivos hiciera saltar las alarmas entre los apicultores puesto que podría haber provocado una masacre entre los apiarios. El propio Llanes admitió que su departamento desconocía la existencia de estas colmenas y las actuaciones quedaron suspendidas durante varios días para dar cierto margen de maniobra a los responsables de las mismas.
Estaba previsto que los trabajos de fumigación fueran retomados la mañana de ayer y de ahí que varios apicultores y miembros de la asociación agraria Asaja estuvieran desde las 6.00 de la mañana de ayer en uno de los campos con colmenas que ya se vio amenazado hace unos días para evitar, de nuevo, cualquier tipo de tratamiento fitosanitario. Sin embargo, los operarios de Tragsa no aparecieron para sorpresa de los allí presentes. Aunque, al final, sólo fue un espejismo.
Así, el propio Llanes señaló ayer, a preguntas de este diario, que los trabajos de fumigación se retomarán esta misma semana con el fin de cumplir a rajatabla el protocolo de actuación contra la Xylella, según está estipulado por la normativa europea. Hay que tener en cuenta que, hasta ahora, esta bacteria sólo ha afectado a los almendros. Por ello, el director general de Agricultura señaló que en las plantaciones de Callosa d'en Sarrià, donde predomina el cultivo de nísperos, se suspenderán por ahora los tratamientos fitosanitarios.
El resto de parcelas afectadas por la Xylella en la comarca no correrán la misma suerte. Así, plantaciones de Beniardà, Benimantell, Bolulla, Castell de Guadalest, Polop y Tárbena sí serán fumigadas, como el departamento autonómico de Agricultura ha hecho saber ya a todos los afectados, también asociaciones de apicultores, según indicó ayer Llanes. «Creemos que el riesgo para las colmenas puede estar en Callosa donde sí hay muchos nísperos que están en plena floración», indicó el director general.
Minimizar el impacto
No hay que olvidar que en una misma parcela pueden convivir nísperos con almendros. De ahí la preocupación por los tratamientos fitosanitarios que lleva a cabo el Consell de forma previa a la tala de árboles infectados. Pese a todo, Llanes aseguró que los operarios retomarán los trabajos de fumigación esta semana en la Marina Baixa y recalcó que la presencia conjunta de nísperos y almendros en los campos que sí serán fumigados es algo «excepcional» pero, aún así, aseguró que los trabajos se harán con el mayor de los cuidados para minimizar los riesgos. «Se fumiga sobre los almendros y ahora no están en floración por lo que no representa una gran amenaza para las abejas», defendió Roger Llanes.
