Un estallido de menor duración e intensidad que los días previos cerró ayer las mascletàs diurnas de las Fiestas Mayores Patronales de Benidorm. El disparo, que arrancó con un par de minutos de retraso y concluyó a las 14.06, apenas superó los 240 segundos. Un tiempo más reducido que el que señaló el cronómetro durante las jornadas anteriores, donde se llegaron a sobrepasar los seis minutos. También se rebajó la carga explosiva.

En esta ocasión, la pólvora empleada no superó los 75 kilos frente a los 100 kilos que se usaron el pasado domingo, cuando tuvo lugar el primer terremoto de las celebraciones, en la plaza de la Hispanidad, y que, sin lugar a dudas, fue el más aclamado de todos los festejos por el público.

Creatividad visual

Como ya sucediera en la segunda mascletà, el color volvió a ser una parte importante del espectáculo pirotécnico. Así, Pirotecnia Valenciana quiso hacer alarde de su creatividad al incorporar humos de colores terrestres junto a los disparos terrestres con los que arrancó el último terremoto de las celebraciones.

El rojo, el azul y el verde fueron algunas de las tonalidades que llenaron la plaza de la Hispanidad, conocida popularmente como plaza Triangular, durante la primera parte del estruendo festero.

Ejecución

La combinación de pitos y truenos aéreos marcó un giro durante la tercera mascletà, fue entonces cuando los voladores coparon el cielo de Benidorm. Seguidamente, se lanzaron una serie de tracas chinas, que estallan en el suelo, acompañadas de disparos aéreos. La fase terrestre se dividió en cuatro tramos bien diferenciados, como apuntaron los expertos presentes durante el espectáculo de luz y sonido.

Pese a que el disparo se programó de forma electrónica, en esta ocasión los ritmos de las explosiones se asemejaron más a una mascletà clásica, o disparada de forma manual, como apuntó ayer uno de los responsables de Pirotecnia Valenciana. Una forma de respetar la tradición pese a que se utilizaran disparos digitales para facilitar la ejecución.

Además de las reinas adulta e infantil, Anna Galiana y Ángela Ántón, respectivamente, junto a sus cortes de honor asistieron al disparo junto a autoridades locales como el edil de Fiestas, Jesús Carrobles, o la concejal de Cultura, Ana Pellicer, también presenció el espectáculo ataviado con el blusón de su peña.

Junto a todos ellos, numerosos mayorales tampoco quisieron perderse el estruendo.