Vestidas de tradición y arraigo. Las mayoralas de 2017 han querido sacar a relucir los orígenes de sus fiestas y de ahí que este año hayan apostado por lucir, más que nunca, el traje regional de la ciudad turística. Se trata de una indumentaria que emula las vestimentas con las que las mujeres pescadoras del Benidorm de hace tres siglos faenaban en torno al mar. El mismo mar que, hace 277 años, trajo hasta la orilla de aquel pueblo marinero a la Mare de Déu del Sofratge, que se convertiría en patrona de la localidad. Un hallazgo que los benidormenses conmemoran cada mes de noviembre durante sus Fiestas Mayores Patronales.

Durante estas jornadas festivas la tradición lo impregna todo, pero este año la Comissió de Festes ha querido ir un paso más allá y reivindicar las raíces de sus celebraciones. Por ello, el organismo festero -compuesto por 135 personas, cerca de la mitad mujeres- ha decidido potenciar el uso del traje regional con el que se rinde homenaje a sus antepasadas.

No hay que olvidar que durante los últimos años, las mayoralas lucían este atuendo sólo en dos ocasiones durante las Fiestas Mayorales Patronales. En primer lugar, en la Ofrenda de Flores a la Mare de Déu del Sofratge, posterior a la escenificación del Hallazgo, que tiene lugar la primera jornada festera. No era hasta el último día de las celebraciones, el miércoles, cuando las mujeres de la Comissió volvían a desenfundar su traje regional para exhibirlo en el desfile de Carrozas, el acto central con el que se clausuran los festejos.

Una costumbre oficiosa que se había asentado, en los últimos años, y que los mayorales de estas Fiestas han decidido enterrar. Así, durante estas celebraciones, las mujeres de la Comissió han incorporado el uso del traje regional a otros actos para reivindicar más sus orígenes y lucir mejor sus fiestas.

Nuevos usos

Así las cosas, las mayoralas también se enfundaron el traje regional este año durante la solemne misa en honor a la Mare de Déu del Sofratge, que se celebró el domingo a las 11.30 horas, y con el que anduvieron toda la mañana hasta que se disparó la primera mascletà de las Fiestas Mayores Patronales.

De igual manera, ayer lunes las mujeres de la Comissió volvieron a lucir la indumentaria oficial durante la solemne misa en honor a San Jaime Apóstol, patrón de Benidorm. Un atuendo que, como la jornada anterior, no se quitaron hasta que concluyó la segunda mascletà que tuvo lugar a las 14.00 horas. De esta forma, los habituales pasacalles matutinos que tienen lugar durante las citadas jornadas festeras en Benidorm tuvieron este año un toque de distinción y engalanamiento al incluir el citado atuendo.

También los hombres de la Comissió rinden su particular homenaje a los pescadores de hace tres siglos. Así, todos ellos lucen estos días una casaca denominada «marinera» con la que se imita la vestimenta que lucían durante el siglo XVIII sus antepasados pescadores.

Aprobado por el pleno

Cabe destacar que el traje regional que portan las mayoralas fue aprobado por el pleno municipal hace casi quince años con el objetivo de regularizar la estética festera. Así, en el año 2003, el gobierno popular de Vicente Pérez Devesa reglamentó el traje regional de Benidorm, pese a que todavía algunas peñas emplean sucedáneos del mismo durante las Fiestas.