Las obras del barranco de La Cala de Finestrat ya son una realidad. Los trabajos para acondicionar el cauce y así poder evitar las inundaciones que se dan cada vez que llueve han comenzado esta semana. Las máquinas ya se pueden ver en la parte alta del cauce, bajo el puente de la avenida Finestrat. Además, un cartel anuncia al principio del barranco, en la avenida Marina Baixa, que las obras ya están en marcha.
Unos trabajos que finalmente se han hecho con cargo a los fondos anuales de renovación que anticipará Hidraqua, empresa concesionaria del servicio de agua potable y alcantarillado. El presupuesto global de todo el proyecto asciende a 1.368.962,28 euros. Los trabajos que ahora se están realizando corresponden a la primera fase, por un importe de 193.057,85 euros.
En esta fase, según las fuentes consultadas por este diario, se está actuando sobre 750 metros de barranco entre la avenida Finestrat y la avenida Marina Baixa. Las obras se centran en el «acondicionamiento del lecho» del barranco mediante la «demolición, arranque y sustitución» de la mayor parte del mismo. Éste se va a cambiar por «una superficie de escollera» agrupada en «islas laterales y semienterradas en el terreno natural del lecho». Este nuevo material hará que el agua discurra entre ellas a la hora de ir hacia el mar.
La intención final es reducir al máximo las consecuencias de la lluvia sobre La Cala; es decir, las inundaciones que se producen cada vez que llueve con intensidad y que han causado más de un incidente. Entre ellos, la muerte de tres personas, dos de ellas tras la riada que se llevó el mercadillo en octubre de 2011. Desde entonces, el cauce se cerró al paso de vehículos. La otra en diciembre de 2016 después de que un hombre aparcara su vehículo en el cauce e intentara sacarlo en plena avenida de agua, por lo que acabó siendo arrastrado por la riada.
Sin inversiones
Tras estos sucesos, desde el Gobierno local no han parado de pedir soluciones e inversiones para llevar a cabo los trabajos a administraciones como la Generalitat o el Gobierno central para poder paliar estas trombas de agua y que hacen que la primera línea de playa y parte de la avenida Marina Baixa queden inundadas, afectando a vecinos y comerciantes.
El mismo Ayuntamiento de Finestrat intentó reducir el impacto del agua realizando unos muros de contención donde se abre el barranco hasta la playa y que afectaba a los comercios. Unas barreras que se colocaron también en la zona para evitar que contenedores y otro mobiliario urbano acabara en el mar.
La respuesta de las administraciones siempre ha sido la de que había necesidad de tomar medidas pero nunca se ha concretado nada. De ahí que el Consistorio llegara finalmente a un acuerdo con la concesionaria del agua para que fuera ella, dentro de las mejoras de la ampliación del contrato, la que llevara a cabo estas obras necesarias cuanto antes para evitar más incidentes.
Sin embargo, cuando se aprobó el proyecto para el cauce del barranco en el pleno de abril de 2017, desde el Gobierno con el alcalde Juan Francisco Pérez a la cabeza indicaron que se iba a seguir solicitando a las instituciones autonómica y nacional aportaciones económicas para sufragar la obra.
Antes del verano
Con los trabajos que ahora han comenzado se espera dar solución al problema histórico que se da en esta zona de playa. Aunque es cierto que las obras minimizarán al máximo las consecuencias ya que, terminar del todo con los inconvenientes es muy complicado, según ha explicado en más de una ocasión el primer edil y los técnicos.
La previsión, según las fuentes consultadas por este diario, es que esta primera fase acabe en unas semanas mientras que las otras dos fases pendientes y, por tanto, el proyecto en su totalidad serían una realidad para el verano de 2018, antes de que arranque la temporada estival.
