La ampliación del hospital de La Vila podría ser una realidad a partir de 2019. El Ayuntamiento ya tiene el terreno a su nombre para cederlo al Consell y poder así comenzar las obras. Sin embargo, la expropiación de esa parcela que estaba formada por tres fincas no contentó del todo a los propietarios que han decidido recurrir ante el Tribunal Provincial de Expropiación el precio que se pagó por ellos.

Fue el alcalde vilero, Andreu Verdú, quien desveló este movimiento de los propietarios en la comparecencia ante los medios de comunicación que hizo junto a la directora territorial de Sanidad en Alicante, Encarna Llinares; la gerente del hospital de la Marina Baixa, Rosa Louis Cereceda; y el concejal del área, Joan Lloret, donde anunciaron que el Ayuntamiento va a ceder ya al Consell esa parcela para comenzar a tramitar la ampliación del centro hospitalario.

Al parecer, los propietarios de esos tres terrenos, que han acabado siendo uno, no estarían de acuerdo con el precio que se les pagó por ellos. El consistorio consignó en sus presupuestos de este año una partida de 253.444,37 euros para esas expropiaciones en base a la valoración para la adquisición forzosa de esos casi 25.000 metros cuadrados. Un importe que ya se abonó a los dueños a finales de 2016. Sin embargo, estos últimos lo han recurrido ante el Tribunal de Expropiación para que determine un justiprecio de ese terreno. Ahora habrá que esperar el dictamen para saber si esa parcela acaba costando más al Ayuntamiento.

Según aclaró ayer el alcalde, este procedimiento abierto no afecta de ninguna manera a la tramitación que la Administración local está llevando a cabo por el Consell para que el nuevo edificio del hospital sea una realidad.

El último trámite, el de ceder esos 25.000 metros cuadrados, ya está en marcha. Ayer se aprobó en comisiones y la semana que viene irá a pleno para su aprobación. A partir de ese momento, será el área de Patrimonio de la Generalitat la que tenga que aceptar ese espacio calificado en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) como de dotación pública de naturaleza asistencial.

Trámites «farragosos»

Tanto el alcalde como Llinares reconocieron que los trámites hasta llegar a este punto han sido «farragosos» y que la ciudadanía lleva demasiado tiempo esperando esta infraestructura tan necesaria en la comarca.

Ambos explicaron que el último paso, el de inscribir el nuevo terreno en el Catastro se ha dilatado demasiado en el tiempo «por causas ajenas al Ayuntamiento». Y es que el gobierno local mandó toda la documentación en el mes de enero y ha sido más de siete meses después cuando por fin la parcela está a nombre de la Administración local para poder cederla al Consell.

«Este retraso va a hacer que no sea posible licitar la redacción del proyecto este año», explicó la directora territorial de Sanidad. Para ello, en 2018, la Generalitat había consignado 200.000 euros.

Así que será el próximo año cuando de verdad se vea movimiento sobre este tema. Llinares indicó que para 2018 hay previstos 2,1 millones de euros y que la intención es que se licite la construcción en el segundo semestre de ese año. Por lo que, con un plazo de ejecución de 18 meses, el hospital podría ser una realidad en 2020.

La gerente del hospital explicó que ya existe desde hace tiempo un plan director que marca cómo serán las nuevas instalaciones. El nuevo edificio aumentará en un 33% el espacio, lo que permitirá mejorar la asistencia del hospital de día así como las Urgencias, aumentar los quirófanos y incluir el servicio de resonancias, entre otras cuestiones. Además habrá el doble de plazas de aparcamiento.

El alcalde recordó que el proceso para la ampliación comenzó en 2014 pero que, cuando accedió a la Alcaldía, «prácticamente no se había hecho nada». Desde entonces, ha sido un proceso largo hasta poder contar con los terrenos adecuados.