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La Nucía

Desenterradores de vidas

La Unidad Canina de Rescate del Consorcio de Bomberos, que entrena en La Nucía, ya ha sido requerida en media decena de operaciones este año

Desenterradores de vidas josé palazón

Olfatean y olfatean hasta encontrar vida, ya sea bajo los escombros de un edificio derruido o en mitad del monte. La Unidad Canina de Rescate del Consorcio de Bomberos se ha convertido ya en un elemento indispensable del cuerpo y, de hecho, en lo que va de año, han intervenido ya en media decena de operaciones de búsqueda. Son Buddy, Zara, Titán y Lolo los canes que, junto a sus respectivos guías, José Luis Moreno, Fernando Ginés, Sergio Pérez y Juan Luis Ruiz, conforman la citada sección de los Bomberos del Consorcio, que cada semana se dan cita en el campo de adiestramiento de La Nucía para entrenar de forma conjunta y, así, estar listos para entrar en acción.

«Los simulacros conjuntos son necesarios porque de esta forma a la hora de actuar estamos coordinados», recalca Moreno, quien como coordinador de esta unidad destaca que los canes son indispensables en las tareas de búsqueda en grandes áreas. De hecho, como relatan el resto de miembros de la sección, el olfato de los animales es capaz de detectar con mayor precisión la ubicación de alguien que se ha perdido o que ha quedado enterrada tras un terremoto.

Desde la Unidad recuerdan que la provincia registra cierto riesgo sísmico. De ahí la importancia de estar prevenidos en caso de un posible terremoto. «Nunca pasa nada hasta que pasa», dice Moreno y habla con conocimiento de causa pues junto a su can ha estado presente en varios desastres naturales como los temblores de Haití en el año 2010 o los más recientes de Ecuador.

Pero además de esto, los canes se vuelven más que necesarios en las tareas de búsqueda en grandes áreas de campo. «Mucha gente se pierde y tenemos que ir siguiendo pistas hasta acotar zonas. Una vez que esto ya se ha hecho es el can quien se ocupa de rastrear la zona», indican desde la Unidad Canina de Rescate.

Tres elementos son clave en el entrenamiento del can: la motivación, la concentración y la autonomía. «Son elementos que están interrelacionados; si logro motivar a mi perro a través de más estímulos además de su instinto natural de caza conseguiré que esté más concentrado y, a base de práctica, que sea autónomo y efectivo en las tareas de rescate», resume Juan Luis Ruiz, del parque de Elche.

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