Terminar lo que empezaron. Operarios de la empresa Tragsa y representantes de la Conselleria de Medio Ambiente volvieron ayer a Guadalest para seguir con el protocolo de actuación contra la plaga de Xylella Fastidiosa que hay en el Valle y que se ha extendido a otras dos comarcas.

A primera hora de la mañana, según ha podido saber este diario, los operarios, acompañados por agentes de la Guardia Civil, volvían a la zona del camí Blanc para arrasar más ejemplares de almendros. En esta zona ya se llevaron a cabo labores de arranque y desbroce de árboles en el mes de julio mientras que el intento de hacerlo en el mes de agosto acabó con los vecinos parando los trabajos con sus protestas. Esta vez, no han podido ni acercarse, según explicaron las mismas fuentes.

Este nuevo movimiento de la Conselleria donde se detectó el primer foco de Xylella llega dos días después de que la consellera Elena Cebrián se reunirera en Alicante con alcaldes de varios municipios afectados. Y es que, según los datos aportados en ese momento, se han detectado ya 26 parcelas infectadas por esta bacteria que se extienden no sólo en el Valle de Guadalest, sino en la Marina Alta y El Comtat.

A ese encuentro acudieron varios alcaldes del Valle de Guadalest que llevan desde el primer momento alertando sobre las consecuencias que va a terner para la zona las medidas del Consell de arrasar con 100 metros a la redonda de cada foco. Uno de ellos indicó a este diario que con «el mapa que han marcado como zonas afectadas acabarán deforestando todo». Así apuntó que «no sólo afecta a los almendros, sino al turismo o al medio ambiente».

Otro de los alcaldes del Valle explicó que «lo de las 26 parcelas es un dato edulcorado» ya que en realidad son «147 positivos» en árboles. Así indicó que «seguir con la política de arrasar cada 100 metros a la redonda no es la adecuada». Y es que, con esos radios, «al final se tocarán unos con otros y qué van a hacer, ¿arrasar el valle entero?».

Justificarse con la UE

Los afectados alegaron que el empeño del Consell en acabar con el primer foco y arrasar esas parcelas responde a que «quieren justificar ante la UE que están siguiendo la ley y evitar así posibles sanciones». Hasta ahora, según la Conselleria, se han tratado 18'2 hectáreas con insecticida, de ellas 5'53 en zona forestal; y se han eliminado los arbustos del sotobosque y 304 almendros de cinco plantaciones.

En cuanto a las indemnizaciones, la Generalitat estudia la mejor manera de resarcir los daños con la petición de un informe a la Universitat Politécnica de Valencia. Sin embargo, los afectados explicaron que «los trabajos que se están llevando a cabo para arrasar los campos se incluirán en esas indemnizaciones. Que no le toque al final a algún agricultor pagar ».

Los alcaldes del Valle de Guadalest van a seguir adelante para intentar salvar esta zona paisajística con tanto valor. Entre otras acciones, volverán a reunirse para analizar la situación y plantear algún recurso contra las órdenes dictadas por el Consell para arrasar con las parcelas afectadas.