Estaba llamada a ser la obra estrella de este año, pero todo apunta a que 2017 tampoco será el presupuesto que traiga la ya famosa rotonda para mejorar los accesos al futuro centro comercial centro comercial de Benidorm. A falta de cuatro meses para que finalice este ejercicio presupuestario, el Ayuntamiento de la ciudad turística mantiene aún bloqueada la principal inversión prevista para este año, dotada con 1,6 millones de euros y destinada a la construcción de esta glorieta y un nuevo vial, conocido como «Vial Discotecas». Y no por voluntad propia, sino, una vez más, por la eterna y lenta burocracia.
Cuando se aprobó el desarrollo de nuevos accesos para facilitar el tráfico rodado y los desplazamientos hacia la gran superficie comercial proyectada en el polígono, el Ministerio de Fomento exigió que el desarrollo de la rotonda se ejecutara en paralelo al de la nueva carretera que enlazaría esta infraestructura con la antigua N-332, aproximadamente a la altura del puesto de la ITV. Ahora bien, pese a disponer de todos los permisos y licencias, el Ayuntamiento no inició la expropiación del suelo necesario para urbanizar dicho vial hasta este mismo año 2017, un procedimiento que en la actualidad está en fase de resolución de las alegaciones presentadas por distintos propietarios afectados, bien para reclamar más dinero bien para que se hagan modificaciones en el proyecto básico, según información aportada por el departamento de Urbanismo. De modo que, hasta que no se respondan todas las reclamaciones, se estimen o desestimen y se apruebe y resuelva definitivamente el expediente, no pueden darse los pasos restantes.
¿Qué pasos? Para empezar, el Ayuntamiento tendría que sacar a licitación la obra; abrir un plazo de presentación de ofertas; convocar una mesa de contratación para su estudio, estimación y propuesta de adjudicación; y, finalmente, proceder a la adjudicación de la obra, provisional y definitiva, a la empresa que dé la mejor oferta. Todo ello, sumado a la resolución de alegaciones, se demoraría en el tiempo mucho más allá de los escasos cuatro meses que restan para que acabe el año, por lo que, como reconoció la propia concejal de Urbanismo y Hacienda, Lourdes Caselles, todo apunta a que el proyecto no podrá siquiera iniciarse en este 2017.
Segunda partida en dos años
No es la primera vez que el Ayuntamiento de Benidorm incluye en sus presupuestos fondos para la ejecución de esta rotonda. Ya lo hizo en las cuentas de 2016, aunque de una manera muy testimonial y con tan sólo 150.000 euros previstos. Sin embargo, la previsión de que los planes pudieran por fin desbloquearse a lo largo de este año, llenó de optimismo al ejecutivo, entonces compuesto en solitario por ocho concejales del Partido Popular. Para las cuentas ahora en vigor pusieron toda la carne en el asador y destinaron a dicha rotonda más diez veces más que lo previsto en el año anterior: ni más ni menos que 1,6 millones.
La partida proyectada acaparó más de un tercio del total de inversiones presupuestadas para la ciudad en este 2017, valoradas en cerca de 4,6 millones de euros. Sin embargo, pese a ser un gran pellizco, el coste real de la obra es todavía superior, dado que, a los 1,6 millones aportados por el Ayuntamiento, la empresa promotora del futuro centro comercial, la multinacional francesa Unibail Rodamco, sumará otros 3 millones para dar viabilidad a estos nuevos accesos.
¿Modificación en las cuentas?
Aunque el gobierno local, ahora en coalición PP-CBM, no ha iniciado todavía de manera oficial ningún expediente al respecto, algunas fuentes reconocen de puertas para adentro que no quedarás más opción que hacer una modificación presupuestaria y destinar esos 1,6 millones a otros planes de mejora urbana, para no acabar perdiendo la inversión y tener que destinar el dinero a sanear todavía más deuda. Es lo que ya hizo el PP en los meses finales de 2015 y 2016, asfaltando calles con el remanente de inversiones que no pudo ejecutar. Y es lo que, casi con toda seguridad, también hará ahora, aunque todavía falta por saber hasta cuándo esperarán para proponerlo.
Mientras, los movimientos de tierras en los más de 70.000 metros cuadrados que ocupará el futuro centro comercial continúan imparables. Falta por ver si en poco tiempo se suman a ellos la construcción de la rotonda y el desarrollo de otras empresas que en su día pusieron sus ojos en esta zona industrial.
