Más refuerzo policial para disuadir a los «cuberos». Después de los incidentes que se produjeron este viernes entre Policía Local y vendedores ambulantes en la playa de Levante de Benidorm que acabó con varios heridos, la situación este sábado era bastante diferente. Desde la Concejalía de Seguridad se intensificó la presencia de la Policía durante todo el día de ayer en la zona, lo que consiguió disuadir a los «mojiteros».

El concejal de Seguridad explicó a este diario que se «van a poner todos los esfuerzos necesarios» para acabar con esta venta ilegal en las playas.

Y así ha sido. Este sábado el número de agentes que patrullaba por la playa de Levante era mayor tras los incidentes del día anterior en el que cinco policías resultaron heridos de diversa consideración y, al menos, tres «cuberos».

La presencia de estos «cuberos» en las playas es algo que viene de lejos y que la Policía ha intentado hacer desaparecer por todos los medios. Los hosteleros de los locales de ocio de primera línea lo sufren todos los veranos, por eso, habían solicitado al Ayuntamiento precisamente mayor presencia policial «ya que es la única forma de disuadirles», según manifestaron.

«Esta actividad ilegal nos afecta bastante ya que se traduce en una pérdida de ingresos», explicaron desde la asociación Ociobal. Además, la actitud de estos vendedores ambulantes llega al extremo de «decir que son trabajadores nuestros a los usuarios de las playas que luego vienen a quejarse a nosotros». Pero hay más: «han llegado a ofrecer bebidas a los clientes que tenemos sentados en nuestras terrazas».

Con todo, no sólo los negocios se ven afectados sino que se daña la imagen de la capital turística. Así lo aseguran desde la Asociación de Comerciantes (Aico) y desde la patronal hotelera Hosbec.Hosbec.

Los primeros apuntan a que «no es razonable que estemos todos pagando nuestros impuestos y que existan este tipo de negocios ilegales». Pero además, «damos imagen de inseguridad cuando son hechos puntuales» que se unen a otros problemas como la presencia de «trileros».

Desde la patronal hotelera alegaron que «no hay más remedio que seguir combatiendo con este problema a pesar de lo complicado que lo tiene la Policía».