Un hecho fortuito y no la acción humana fue la causa del incendio forestal declarado hace dos días en la Vall de Guadalest, que ha arrasado más de 20 hectáreas de superficie de este pequeño paraje de gran valor ecológico. Así las cosas, fue un cortocircuito lo que provocó las llamas, según explicaron ayer fuentes de la Guardia Civil de Alicante. En concreto, el departamento del Seprona pudo averiguar en un primer momento que la caída de un pino sobre un arco eléctrico con tres puntos de apoyo fue el origen del fuego.

Se trata de las primeras conclusiones de la investigación iniciada por el departamento del Seprona de la Guardia Civil tras las primeras horas de susto, cuando las llamas pusieron en jaque una importante joya medioambiental de la comarca de la Marina Baixa. No obstante, al final, la superficie calcinada rondó las 20 hectáreas.

El cortocircuito entre los distintos cables del arco eléctrico provocó que el pino ardiera con rapidez. Unas llamas que se extendieron con mucha fuerza por el valle, según explicaron fuentes de la Guardia Civil consultadas por este diario, ya que se trata de un bosque con mucha densidad. Todo ello, unido al aire que en ese momento favorecía la propagación del fuego y la complicada orografía del terreno generó este gran incendio forestal, el primero del verano en toda la provincia.

De hecho, durante la mañana de ayer tanto medios aéreos como terrestres lucharon por cercar las llamas. Fue a media mañana cuando el fuego pudo declararse como estabilizado y sin llamas, aunque al cierre de esta edición todavía no podía considerarse como controlado. Un escenario al que los efectivos esperan llegar pronto, según explicaron fuentes cercanas al operativo de extinción.

Así las cosas, a media tarde, los medios aéreos se retiraron y sobre el terreno quedaron cuatro brigadas de la Generalitat y tres dotaciones del Consorcio. Las tareas de estos efectivos durante la tarde de ayer se centraron en inspeccionar el terreno y estar alerta ante los posibles rebrotes que pudieran surgir del fuego, como explicaron fuentes consultadas por este diario.

Cabe destacar que las personas que fueron desalojadas el pasado martes de sus casas de forma preventiva pudieron regresar a sus domicilios, según informaron desde la cuenta de Twitter del 112 de la Generalitat.

La amenaza sobre la Vall de Guadalest, en la Marina Baixa, comenzó el pasado martes a las 15.00 horas y en poco tiempo se convirtió en el escenario de un complicado incendio forestal que obligó a movilizar a numerosos efectivos, por tierra y aire, para evitar un nuevo desastre medioambiental. No obstante, finalmente, el fuego tan sólo logró calcinar algo más de 20 hectáreas de bosque, pinada, matorral y cultivos, según los primeros cálculos realizados por los bomberos.