La Guardia Civil de Alicante realizó en el día de ayer una inspección en el Puerto pesquero de Altea, localizando casi 300 kgs. de pescado fresco inmaduro, carente de etiquetado. Se ha procedido a levantar acta administrativa por estos hechos y se ha intervenido el género, quedando depositado de forma cautelar en una cámara frigorífica de esa misma lonja, a la espera de ser entregado a diferentes centros benéficos de la provincia.

Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Comandancia de la Guardia civil de Alicante realizaron en el día de ayer una inspección en el Puerto pesquero de Altea, para verificar la captura y comercialización, en primera venta, y el posterior transporte de productos pesqueros frescos por parte de dicho puerto.

Los agentes, junto con el Inspector de Pesca de la Generalitat, han localizado en el muelle de la lonja pesquera un total de 54 cajas de productos pesqueros frescos, siendo mayoritariamente pescadilla, además de rape y pulpo, que carecían totalmente de etiquetado, las cuales estaban ocultas en unos contenedores de acuicultura.

Una vez verificadas las tallas y los pesos del contenido de todas estas cajas, se comprueba que se trata de ejemplares inmaduros, capturados de forma ilegal por distintos buques que los ocultan, evitando el paso físico por la lonja, así como la declaración de la misma, hasta su posterior venta a detallistas.

Como resultado de la inspección, se procede a levantar acta administrativa por estos hechos y se interviene un total de 267,7 kgs de pescado fresco, el cual queda depositado en una cámara frigorífica de ese mismo puerto, para su posterior entrega a diferentes centros benéficos de la provincia.