En su estado original, pudo tener alrededor de dos metros de ancho y distintas construcciones en sus laterales. Fue construida hace más de dos mil años, sobre el cerro conocido en la actualidad como el Tossal de La Cala, para conectar los distintos espacios del «castellum» romano. Y ayer, tras dos intensas semanas de excavaciones, los arqueólogos de la Universidad de Alicante pusieron por fin al descubierto la que podría ser la primera calle que se pavimentó en Benidorm.
La vía, cuya superficie es de piedra y que permite claramente observar algunos detalles, como las puertas que daban entrada a las habitaciones del fortín, es uno de los principales hallazgos de la quinta campaña de excavaciones en el yacimiento del Tossal, dirigidas por los profesores de la Universidad de Alicante Feliciana Salas y Jesús Moratalla, para poder avanzar en las investigaciones sobre la fortificación romana levantada para las tropas del general Sertorio en este lugar, en el siglo I antes de Cristo. «Hasta ahora las habitaciones las habíamos visto desde abajo, ahora las vemos desde arriba», apuntó ayer Moratalla, mientras explicaba la relevancia de haber podido sacar a la luz esta vía principal.
Los trabajos se han llevado a cabo por parte de expertos, estudiantes y voluntarios en una nueva localización, distinta a la de las cuatro ediciones anteriores. En concreto, cruzando la carretera de acceso a El Tossal, a unos metros del yacimiento principal. Se trata de una parcela que ya excavó el padre Belda hace 70 años, y dónde ahora, además de esta calle central de la fortificación, también se ha localizado parte del lienzo de la muralla, una estructura que se correspondería con una torre, y también otra cuyo uso está aún por determinar. O, como afirmó la profesora Feliciana Salas, «se resuelven algunos enigmas que quedaron pendientes en la campaña anterior, pero se abren otras incógnitas que habrá que ir resolviendo de ahora en adelante».
¿Una puerta imposible de hallar?
Aunque los investigadores destacaron que la campaña ha sido «muy enriquecedora», también es cierto que no se ha conseguido encontrar uno de los espacios más ansiados y con el que se partía esta año como objetivo: la puerta de acceso a la muralla. Posiblemente, porque la misma fuera derruida cuando se construyó una edificación moderna que hay junto a estos restos arqueológicos o porque esté debajo de la misma.
No obstante, Salas indicó que las imágenes tomadas por el dron de la Policía Local de Playas desde un plano cenital a 11 metros de altura han permitido «establecer el trazado de las estructuras encontradas y ver qué eran», para poder hacer una estimación de dónde podría estar esa puerta.
A partir de ahí, los nuevos objetivos o «enigmas» por resolver se centrarán en saber para qué servía «esa estructura tan interesante con la que nos hemos encontrado, o en el interior de la muralla, aclarar todo el sistema de accesos y de refuerzo de esa puerta». Para la experta, averiguar esto último es clave, porque «se trata de uno de los puntos más vulnerables de la fortificación y lo que hay que proteger, no sólo con elementos físicos sino también con rituales». No en vano, Salas explicó que los romanos «eran muy supersticiosos y hacían rituales de purificación en los accesos a sus poblados o sus viviendas, para que no entraran los enemigos. Aunque en este caso, sabemos que no les sirvió de mucho porque acabaron entrando».
Ante los nuevos hallazgos obtenidos en esta campaña, el alcalde de Benidorm, Toni Pérez, se mostró «orgulloso» de poder «estar pisando la que probablemente sería la primera calle de Benidorm y muy cerca de llegar a esa puerta de entrada, a la que lamentablemente quizás nunca lleguemos». En cualquier caso, calificó de «trabajo impagable» todas las averiguaciones que se han ido haciendo hasta ahora sobre el Tossal y dijo que «ahora lo que toca es ponerlo en valor».
