Todos los grupos de la corporación municipal dieron ayer su apoyo unánime a la propuesta que permitirá que los vecinos de Benidorm no se vean obligados a pagar este año un 10% más en sus recibos del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), tal y como inicialmente preveía el gobierno local. Como ya avanzó el sábado este diario, el Ayuntamiento rebajará del 0,825 al 0,75% el tipo impositivo del IBI, con el fin de compensar el incremento del 10% de los valores catastrales aprobado para este año, y que habría significado que dicho impuesto se incrementara en este mismo porcentaje.

El alcalde de Benidorm y ponente de la propuesta, Agustín Navarro (PSOE), recordó que la medida responde a una petición efectuada por el Consejo Vecinal, que alertó de que llevaría a cabo movilizaciones contra la subida del IBI si el ejecutivo no rectificaba. Navarro insistió ayer en que para el gobierno local «no ha sido fácil renunciar a los 4 millones de ingresos extra» que el incremento de este impuesto habría generado a las arcas municipales «para llegar con menos deuda al final de la legislatura».

Por su parte, tanto el portavoz del PP, Antonio Pérez, como el no adscrito, Juan Ángel Ferrer, mostraron su satisfacción por que la presión del Consejo Vecinal haya permitido la rebaja del gravamen, «que para el gobierno hace un mes era imposible y hoy -por ayer- sí se vaya a poder llevar a cabo».

Por su parte, varios representantes del Consejo Vecinal, que participaban como espectadores al inicio de la sesión de plenos, se levantaron tras la votación para aplaudir la rebaja del tipo impositivo.

El Consistorio confía ahora en que no haya ninguna alegación y, pese a estar aprobada de momento sólo de forma inicial, el Gobierno central acepte que la modificación aprobada entra dentro del plazo legal, que concluía el 1 de marzo.