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Benidorm

Un cuarto de siglo tras el vuelo del paíño

El Parque Natural de la Serra Gelada conmemora el 25 aniversario del inicio de los programas de seguimiento de esta peculiar ave acuática

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Un cuarto de siglo tras el vuelo del paíño en Benidorm

Hace 25 años, un grupo de expertos en aves marinas iniciaron en Benidorm una labor que supuso un antes y un después en las relaciones entre la propia ciudad y una peculiar ave, el paíño europeo, catalogada como especie vulnerable en la Comunidad Valenciana. Quienes nacieron y crecieron mirando al mar en Benidorm, lo hicieron acostumbrados a convivir con este pequeño pájaro que huele mal, se alimenta de lo que encuentra en el agua, sale de noche para buscar pareja y reproducirse y cría en pequeñas islas, como la que se erige frente a las playas de la ciudad. Nunca le dieron a todo aquello mayor importancia. Hasta que en 1992, biólogos, técnicos y conservadores, entre ellos el exdirector del Parque Natural de la Serra Gelada, Eduardo Mínguez, iniciaron el anillado y seguimiento de los ejemplares que regresaban cada año a la isla para anidar sus huevos.

Un cuarto de siglo después, el Parque Natural de Serra Gelada conmemora el 25 aniversario de dichos trabajos, que han situado a la localidad como un espacio único en este campo. La isla de Benidorm alberga la única colonia de reproducción del paíño la Comunidad -en Columbretes también se han localizado, pero no de forma estable- y la mayor en todo el Mediterráneo, con más de 3.000 ejemplares anillados durante todo este tiempo y alrededor de 4.000 nidos localizados en el interior de las cuevas del islote, de los que este año hay 250 ocupados.

Técnicos de distintos lugares donde hay presencia de paíño, como en Baleares, Murcia, u otras zonas de la Comunidad, y de países como Italia o Malta, se han dado cita esta semana en Benidorm para conocer de primera mano cómo se trabaja en la localidad con esta ave. Y, además, para poner en común experiencias con respecto al anillado y monitorización de la especie, con el objetivo de coordinar un protocolo común de aplicación en todas estas zonas, según explicaron técnicos del parque natural, que dirige José Ramón Viejo. Ésta es una de las múltiples actividades que se están llevando a cabo para dar a conocer la relevancia de esta ave nada común, que se completa con una exposición fotográfica financiada por el Club de Leones, campañas divulgativas por redes sociales o, incluso, carteles para informar a la población de qué hacer si se encuentra un paíño perdido en la costa.

Entre las múltiples peculiaridades de estos pájaros destaca su fidelidad al lugar en el que nacieron o se reprodujeron por primera vez. Tras emigrar durante el invierno, regresan sobre el mes de marzo a ese mismo lugar a para esperar a su pareja, a la que también son fieles, para iniciar su particular rito de reproducción. Ahora, los huevos están comenzando a eclosionar y esos polluelos, en tres años, regresarán de nuevo a Benidorm para iniciar su propia cadena. Aquí los esperan.

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