Madrugada trágica en La Vila Joiosa. Un virulento incendio en una casa de campo ubicada en una partida rural entre La Vila y Finestrat se cobró ayer la vida de un matrimonio muy conocido en la Marina Baixa, el formado por el empresario y constructor Luis Bomant y su mujer, Amparo Ferrer, que trabajaba en las oficias de Suma en la localidad y era prima hermana del exconcejal de Benidorm Juan Ángel Ferrer. Ambos pasaban la noche en esta vivienda de su propiedad, a la que acudían con mucha frecuencia pese a no ser su vivienda habitual. Pero la que durante mucho tiempo fue su casa de asueto, se convirtió la madrugada del miércoles para ambos en una trampa mortal.

Los hechos tuvieron lugar poco después de las dos de la madrugada, por causas que todavía investiga la Guardia Civil. Fuentes conocedoras de los hechos explicaron que, al parecer, fue uno de los dos hijos del matrimonio quien alertó a los servicios de emergencias de que algo le estaba ocurriendo a sus padres. Había saltado la alarma del chalé y la empresa de la central de alarmas no podía localizar a los ocupantes de la vivienda. Llamó al joven y le trasladó estos hechos. Después, él también intentó contactar con sus padres sin éxito. Y entonces, al no lograrlo, pidió ayuda al 112, indicaron algunos allegados.

En paralelo, un vecino alertaba a la Policía Local de que una vivienda cercana estaba ardiendo y que desde su casa oían cómo explotaban los cristales por el calor. De modo que, rápidamente, se movilizaron numerosas dotaciones de Policía Local, Guardia Civil y Bomberos, para intentar evitar que el incendio fuera a más. No lo lograron.

Agentes policiales de La Vila fueron los primeros en llegar. Tuvieron que saltar el vallado exterior para poderse aproximar a la vivienda y, una vez en la parcela, se encontraron con que las llamas se habían extendido ya por toda la planta baja, sin que desde fuera pudieran hacer nada por evitarlo. Minutos después se sumaron a estos agentes varias dotaciones de la Guardia Civil y hasta cuatro vehículos de Bomberos, que tampoco lograron frenar el fuego, que continuaba propagándose sin ningún tipo de control y acabó alcanzando la segunda planta de la finca.

Temperaturas extremas

Fuentes del Consorcio Provincial de Bomberos achacaron el rápido avance del fuego a varias complicaciones que se conjugaron en el lugar. Por un lado, el complicado acceso hasta la vivienda, dado que estaba cercada por una valla bastante elevada que dificultó que los vehículos de extinción pudieran acercarse a la casa. Por otro lado, la alta concentración de calor, con temperaturas extremas que superaron con creces los 500 grados centígrados, lo que obligó a los bomberos a hacer relevos de dos en dos para poder soportar sin desfallecer. Por último, también reseñaron que todas las ventanas de la vivienda estaban cercadas con rejas de obra, lo que impidió a los bomberos acceder al interior pero, sobre todo, también habría impedido al matrimonio intentar salir al exterior huyendo de las llamas y ponerse a salvo.

Más tres horas después, cuando a las 5.47 se dio por extinguido el incendio, el panorama con el que se encontraron era dantesco. Fuentes del servicio de Bomberos explicaron que tanto el interior de la vivienda como los dos cuerpos estaban totalmente calcinados. El del empresario, de 65 años y que se había jubilado recientemente, según relataron personas allegadas, estaba tendido en la escalera de la casa; el de su mujer, de 59 años, en la habitación principal. Los servicios sanitarios desplazados hasta el lugar tan solo pudieron certificar su fallecimiento.

Exhaustiva investigación

La Unidad de Incendios del grupo de Criminalística de la Guardia Civil desplazó desde Valencia a varios agentes, que se encargaron durante buena parte de la jornada de recabar pruebas para intentar esclarecer las causas que originaron el incendio. Desde este cuerpo no pudieron avanzar ayer ninguna hipótesis, aunque inicialmente no se descartaba ninguna causa, desde un cortocircuito a un cigarrillo mal apagado, dado que los dos fallecidos eran fumadores.

Sus restos llegarán sobre las 17 horas de hoy al Tanatorio de la Marina Baixa, donde serán velados por sus hijos, familiares, amigos y allegados, a quienes la muerte de Luis y Amparo dejó ayer totalmente consternados. Asimismo, el funeral se oficiará a las 11 de la mañana de mañana, viernes, en la iglesia del Cristo Resucitado, que está ubicada junto al retén de la Policía Local.