Benidorm llora desde ayer la pérdida de otro de los hombres que contribuyó desde mediados del pasado siglo a construir la ciudad en la que se ha convertido. Miguel García Marcet falleció ayer a los 84 años de edad, tras una dilatada vida en la que se caracterizó por su espíritu visionario y su buen acierto con los negocios, pero también por su capacidad de hacer amigos a base de simpatía, bondad y un gran sentido del humor.

Nacido en 1932, como muchos otros hombres de Benidorm, García Marcet fue pionero y visionario a la par. Aunque estudió para maestro y se fue a dar clases durante dos años a la escuela de un pequeño pueblo de la provincia de Burgos, su regreso a Benidorm estuvo marcado por sus contactos con personajes como Pedro Zaragoza Orts y empresarios como Alfonso Puchades, de cuya mano desarrollaría después gran parte de su carrera profesional.

En los años 60, tras la construcción del mercado municipal, los Puchades le encargaron la gestión de los puestos, que se entregaban en régimen de concesión administrativa por 40 años. En los primeros años de esa década, también Alfonso Puchades, junto a Luis Alegre y José Barceló, impulsaron la construcción de la plaza de toros de Benidorm, que se inauguraría con todos los fastos el 8 de julio de 1962, con un cartel formado por Paco Camino, Jaime Ostos y Juan García Mondoñedo. García Marcet también se ocupó durante años de su dirección y llevó al coso benidormense a vivir sus años más dorados, compatibilizando la contratación de grandes figuras del toreo con la época de mayor gloria del Festival de la Canción.

El desarrollo urbanístico de Benidorm y la construcción de edifcios en altura generó la necesidad de implantar en la ciudad oficios que hasta ese momento ni se habían contemplado. Uno de ellos fue la administración de fincas, donde Miguel García Marcet también fue pionero. En su primer despacho, ubicado en su propia vivienda del edificio Abril, se hizo un nombre en el sector, hasta el punto de llegar a gestionar hasta 80 comunidades y edificios, hasta el año 1997, cuando se retiró y pasó el relevo a sus hijos Miguel Ángel y Francisco Javier García Orts.

Su trayectoria profesional no estuvo reñida con el importante papel que desempeñó en la vida pública. De hecho, fue concejal del Ayuntamiento de Benidorm a finales de la década de los 70, bajo el mandato de Rafael Ferrer Meliá, y uno de los ediles que batalló con la conocida como "crisis del agua", cuando el municipio tuvo que traer agua en buques del ejército y negociar con Beniardá la compra de sus pozos para poder abastecer a la población, tras un episodio que pudo dar al traste con su condición de destino turístico. También tuvo una intensa relación con Vicente Pérez Devesa, que era su consuegro; y fue uno de los apoyos de la liberal Gema Amor cuando salió del PP para encabezar una candidatura bajo las siglas del CDL.

La muerte de García Marcet dejó ayer desolados a todos cuantos le conocieron y pudieron disfrutar de su amistad y su carácter afable, divertido y socarrón con los que hizo incontables amigos a lo largo de su vida. También y en mayor grado a su esposa, Olimpia; a sus cuatro hijos, Miguel Ángel, Javier, Alejandro y Verónica; a sus nietos y demás familia.

Sus restos fueron trasladados ayer al Tanatorio Comarcal de la Marina Baixa, ubicado en La Vila Joiosa, donde permanecerán hasta primera hora de esta tarde. La misa funeral se celebrará hoy, a las 17.30 horas, en la Iglesia Parroquial de San Jaime y Santa Ana de Benidorm. Descanse en paz.