Contra los temporales, las sequías y las plagas, pero también contra las guerras, el hambre o las tensiones en el mundo. Decenas de benidormenses cumplieron ayer con la tradición centenaria de acudir hasta la cruz de piedra de la vía de Emilio Ortuño, ayer cubierta de claveles rojos, para recibir su bendición para todo un año. Lo hicieron junto a los integrantes de la Festa de la Creu, la comisión encargada de organizar estos festejos, que comenzaron el domingo por la noche con la «vestida» de la Creu y el miércoles dedicarán una misa de difuntos en recuerdo de todos los festeros que ya han fallecido.

La celebración de la Cruz de mayo en la ciudad se remonta al menos, que se tenga constancia, al año 1802, cuando fue construida una antigua cruz de madera que aún se conserva y que marcaba el fin del término hasta entonces construido. Aquella cruz, sustituida hoy por una de piedra, se encuentra en la actualidad enclavada en pleno centro de Benidorm, muchos de cuyos vecinos son los integrantes de la comisión.

Pasacalles, una ofrenda de flores y una misa fueron algunos de los actos con los que se acompañó ayer la fiesta que, sin duda, tuvo su momento álgido a los pies de la propia Creu. El sacerdote Aniceto Villamide, que cubrió la ausencia del párroco de San Jaime Juan Antonio González, indispuesto por enfermedad, fue el encargado de pronunciar la bendición del término con unas sentidas palabras que concluyeron con un «¡Viva nuestra tierra! ¡Viva nuestro mundo! ¡Viva nuestra ciudad! ¡Viva Dios!».

A él le siguió la niña Rosa Navarro Almiñana, festera de La Creu, quien fue la encargada de pronunciar el tradicional verso a la «Santa Cruz de mayo, sacrosanta luz divina». Con buen ritmo y ante la mirada de decenas de festeros, vecinos y turistas que no quisieron perderse el acto, Rosa Navarro Almiñana pidió la bendición de «nuestras familias, nuestras casas, nuestros campos», para después rogar «que se acabe tanta envidia, las guerras y las tensiones entre naciones» y lanzar al cielo cientos de aleluyas de colores.

Las damas de la Comisión de Fiestas Mayores Patronales, junto a sus reinas, Anna Galiana y Àngela Antón, así como otras autoridades festeras y municipales, participaron también en el festejo, así como en los pasacalles o la ofrenda.

Los andaluces también festejan

Además, la Casa de Andalucía de Benidorm también colocó ayer a las puertas de su sede varias cruces adornadas con claveles, para celebrar las cruces de mayo.