El encanto de algunos de los rincones más visitados de Benidorm no sólo despierta el interés de los turistas sino que, en los últimos días, también ha llamado la atención de los gamberros. Así, en menos de una semana, dos de los lugares más emblemáticos de la capital de la Costa Blanca han sido objeto de actos vandálicos. Así, tanto el Castillo como el mirador de la Cruz han sufrido daños a causa de diferentes sustracciones, como explicó ayer el portavoz del gobierno local del PP, José Ramón González de Zárate.

Sin ir más lejos, la plaza del Castillo de Benidorm, enclavada en el corazón del casco histórico y con unas espectaculares vistas al mar Mediterráneo, amaneció ayer con cerca de una decena de bolardos menos en su balaustrada. Un lugar de visita obligada para cualquier turista que pase unos días en la ciudad de los rascacielos que, durante la mañana de ayer, se llenó de operarios municipales para reparar a la mayor brevedad los destrozos causados por los vándalos.

En concreto, diferentes bolardos que presiden la barandilla en la que miles de personas se apoyan para disfrutar de las vistas habían sido arrancadas durante la noche anterior, como explicó González de Zárate, quien admitió que no se ha dado con los autores de los hechos ni las circunstancias, aunque quitó hierro al asunto y destacó que se ha actuado con rapidez.

Zona acordonada

De hecho, los operarios municipales se ocuparon ayer de reponer los elementos sustraídos de la balaustrada. Los trabajos se realizaron a toda velocidad para evitar la mala imagen en uno de los puntos más visitados de la capital turística y obligaron a acordonar los tramos de la barandilla donde habían sido instalados los bolardos de nuevo.

A oscuras

Algo similar sucedió durante la pasada semana en el mirador de la Cruz de Benidorm. Otro punto simbólico de la ciudad de los rascacielos desde el que puede divisarse todo la ciudad desde el parque natural de Serra Gelada. Un lugar de lo más visitado tanto por viajeros como por los propios vecinos que quieren escapar del bullicio del centro y escaparse al pulmón verde de la capital de la Costa Blanca.

Una alternativa no demasiado viable durante las noches de la pasada semana cuando la Cruz se quedó a oscuras debido al robo del cableado. Así lo denunció ayer el portavoz del grupo municipal socialista, Rubén Martínez, y confirmó después el primer edil de Benidorm, el popular Toni Pérez.

Tampoco se tiene la certeza de quiénes son los autores del robo de este cableado, que tiene una extensión de cerca de 400 metros y está soterrado, como pudo saber ayer este diario. Se sospecha que se habría sustraído para vender después el cobre.

No obstante, los hechos obligaron al gobierno local del PP a instalar un nuevo cableado hace unos días para garantizar que esta zona tan visitada contara con luz de nuevo. Así, desde el pasado fin de semana el mirador de la Cruz dejó de estar a oscuras durante las noches, cuando puede vislumbrarse el «skyline» de la ciudad de los rascacielos desde lo más alto de la montaña.