Esperas de varias horas para ser atendido y hasta ocho ambulancias haciendo cola junto a la puerta del servicio de Urgencias para traer o llevar enfermos aquejados de distintas dolencias. Ésta es la imagen que se ha registrado hoy en el Hospital Comarcal de la Marina Baixa, ubicado en La Vila Joiosa, y que, según los profesionales, vuelve a poner en evidencia la falta de medios, espacio y personal para poder prestar el servicio «en condiciones óptimas».

El área de Urgencias es una de las más colapsadas del centro sanitario y arrastra desde hace años numerosas carencias, que se hacen todavía más visibles cuando se producen picos de actividad como el ocurrido hoy. Así lo han relatado fuentes de este departamento, que afirman que el elevado número de pacientes que acuden de manera habitual a Urgencias se dispara especialmente los lunes, cuando se juntan las atenciones rutinarias con la gente que se ha encontrado mal el fin de semana y, al ver que no registra mejoría, acaba acudiendo al Hospital en busca de atención urgente.

«Los lunes son horribles y hay momentos en los que no damos abasto, pero esta situación se repite con demasiada frecuencia y cualquier día de la semana», afirmaron fuentes sanitarias, que recordaron que «el servicio lleva prácticamente veinte años con el mismo espacio y los mismos medios humanos y materiales, mientras que la población a la que atendemos -tanto estable como flotante- ha ido creciendo año tras año».

Como ejemplo, basta señalar que sólo hoy, entre las 8 de la mañana y la una de la tarde, el servicio de Urgencias hanía atendido a un total de 105 pacientes, cuando la media en una jornada «normal» está entre los 150 y los 170 enfermos a lo largo de todo el día, tal y como relató personal del servicio. «Al margen de la cantidad, hay mucha gente mayor, con dificultad para caminar o con un cuadro clínico que obliga a realizar muchas pruebas, por lo que hay que dedicarles mucho tiempo», un hecho que, a su vez, retrasa la atención a personas con dolencias menos graves, que «pueden llegar a esperar entre siete y ocho horas para ser atendidos».

«Camas calientes»

Para intentar agilizar al máximo las atenciones, los sanitarios de Urgencias apenas dejan como margen entre un enfermo y otro «el poco tiempo que se tarda en cambiar las sábanas. Los boxes están continuamente ocupados y, a veces, no tienes espacio para meter a más enfermos ni camas para subir a los pacientes a planta», a lo que añaden una advertencia: «Estamos a las puertas de la Semana Santa y los hoteles tienen una previsión del 90% por lo que el colapso puede ir a peor».

Por ello, los profesionales sanitarios de este servicio insisten en la necesidad de que la Conselleria de Sanidad agilice el prometido proyecto de ampliación del Hospital de la Marina Baixa: «Es el único centro de la provincia que no ha crecido en 30 años y su ampliación es ya una cuestión de necesidad».