Transitar por el tramo de la CV-755 que conecta El Castell de Guadalest con Callosa d'en Sarrià es casi como sumergirse en el escenario de una película apocalíptica cuyo inevitable desenlace es el fin del mundo. La montaña parece haberse cansado de tener una carretera que la divida y, de hecho, la calzada es casi inexistente en algunos tramos. Los desprendimientos, las grietas transformadas en enormes hendiduras y los gigantes socavones conforman una imagen de lo más desoladora. Una herida que se abrió el pasado mes de enero tras el fuerte temporal que azotó a la provincia y que ni siquiera ha comenzado a cicatrizar.

Los destrozos que se produjeron en la CV-755, concretamente en el tramo que enlaza El Castell de Guadalest con Callosa d'en Sarrià, fueron de los más bestiales durante el último temporal de enero. Así, todavía a día de hoy cerca de cuatro kilómetros permanecen cerrados al tráfico para evitar incidentes. Una situación que se está alargando demasiado para los vecinos de la zona que denuncian que la administración todavía no haya actuado.

Además, el hecho de que el Consell ya haya completado la reparación del tramo cortado en la CV-70, una carretera emplazada también en el valle de Guadalest y que como la CV-755 sufrió los efectos del temporal, no ha hecho más que avivar el enfado de los vecinos y dueños de negocios de la zona. «Estamos cansados. Han pasado dos meses y parece que se han olvidado de nosotros», denuncia Martín, dueño de una casa en pleno acceso a El Castell de Guadalest que afirma que debe dar un rodeo de cerca de 5 kilómetros para llegar a su vivienda. «Preguntamos y lo único que nos dicen es que deben realizar estudios», relata Martin, completamente desesperado por la situación.

Pendiente y complejidad

Lo cierto es que este vecino no anda desencaminado. La complejidad de los daños causados por las lluvias torrenciales en la CV-755 mantienen paralizado al Consell, en este sentido. «Estamos realizando estudios para analizar cómo abordar los desprendimientos y poder dar una solución. Los técnicos están trabajando en ello», explicaron fuente de la Conselleria de Vivienda, Obras Pública y Vertebración del Territorio, a preguntas de este diario.

Según relataron estas mismas fuentes, la complejidad de los daños así como su ubicación, en plena pendiente, dificultan la reparación de la carretera. De hecho, por ahora no hay fecha para actuar sobre la misma, como admitieron desde el departamento autonómico que dirige María José Salvador.

Recorrido turístico

La ubicación de esta carretera autonómica secundaria hace que sea muy utilizada durante los meses de verano y los fines de semana. No hay que olvidar que conecta dos municipios con un atractivo turístico similar, de naturaleza y montaña. Por ello, desde los negocios que hay en la zona advierten de la importancia de abrirla al tráfico a la mayor brevedad posible para evitar incidentes o que algún conductor temerario decida saltarse las restricciones para ahorrarse una vuelta y termine por sucederse una desgracia. De hecho, como explicó un vecino, «muchos ciclistas siguen transitando por aquí, pese a los cortes de tráfico».