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El corte de la CV-70 agrava las malas conexiones entre costa e interior

El litoral de la Marina padece una secular falta de comunicación con las áreas industriales de l'Alcoià y el Comtat

El corte de la CV-70 agrava la conexión entre costa e interior

El corte de la carretera corte carretera que comunica Alcoy y Benidorm el pasado enero a la altura de Benifato por los daños producidos por los temporales de lluvia y nieve, que al cabo de casi dos meses aún no ha sido reparado, ha agravado aún más el problema endémico de las malas comunicaciones entre la costa y el interior en el norte de la provincia. La carretera afectada por ese corte, la CV-70, es una de las escasas vías que, en dirección este-oeste, conectan el litoral de la Marina Baixa y la Marina Alta con las áreas industriales de El Comtat, l'Alcoià y la Foia de Castalla. Pero además, es de todas estas vías la que tiene mejores condiciones, a pesar de que no pueden calificarse siquiera como aceptables.

Además de la CV-70 a través del valle de Guadalest, atraviesan de forma transversal el área más montañosa de la provincia la CV-700 (de Muro a Pego), la CV-720 (de Benilloba a Dénia por Castell de Castells) y la CV-770 (de Benasau a La Vila Joiosa por el puerto de Tudons y Sella), además de alguna otra carretera aún más secundaria. Todas ellas se caracterizan por su estrechez y, sobre todo, por su trazado extremadamente sinuoso, por encima de lo que resulta lógico teniendo en cuenta la orografía. Es muy difícil alcanzar velocidades superiores a los 50 kilómetros por hora en estas vías, lo que alarga enormemente el tiempo de cualquier desplazamiento.

Los principales perjudicados por esta situación son, obviamente, los vecinos de estas zonas y quienes deben llegar a ellas para prestar cualquier servicio, tal y como se está viendo desde finales de enero en Benifato por el corte de la CV-70. No obstante, el contratiempo alcanza una magnitud territorial bastante mayor, ya que dificulta de manera muy notable los viajes entre la costa y el interior, a la vez que aísla a las poblaciones situadas en los puntos más montañosos. Un factor, este último, que se suma a otros problemas casi seculares, como la despoblación, el envejecimiento de los pocos que quedan y la escasez de servicios. Ahora mismo, además, otro corte, el de la CV-755 entre Callosa d'en Sarrià y El Castell de Guadalest, lo complica todavía más.

Ante estas circunstancias, las opciones pasan por cargarse de paciencia para atravesar las sierras, o efectuar largos rodeos. Las opciones son dar la vuelta por el sur, llegando casi hasta Alicante, o por el norte, entrando en la provincia de València y pasando por Gandia. Con esto, un viaje entre Alcoy y Dénia, de unos 70 kilómetros, se alarga a 140 o 100, según el recorrido escogido, pero la duración es menor, incluso yendo por Alicante. Eso sí, a la distancia se unen otros inconvenientes: por el sur, el más que previsible pago del peaje de la AP-7, para evitar la saturada N-332. Por el norte, la carretera CV-60 está en buen estado, pero tiene también un tráfico intenso y una cierta siniestralidad. Una plataforma impulsada desde Alcoy reclama ahora que este eje, que está desdoblado en un tramo próximo a Gandia, se convierta en su totalidad en autovía.

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