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Benidorm

El mercado de la «zona guiri» prohíbe las sillas a motor de dos plazas para evitar incidentes

Los responsables de la superficie comercial buscan el encaje legal para vetar la entrada también a los vehículos individuales

El mercado de la «zona guiri» de Benidorm prohíbe las sillas a motor de dos plazas

Hartos. Los responsables de los locales del mercado más popular de la conocida como «zona guiri» de Benidorm están cansados de tener que ir con mil ojos para evitar un choque contra una de las muchas sillas de ruedas a motor que cada día circulan por los estrechos pasillos de esta superficie comercial, enclavada en el corazón del Rincón de Loix. Tanto es así, que los dueños de los cerca de 150 negocios que se concentran en este complejo de tiendas han decidido plantarse y prohibir la entrada a las «scooters» de dos plazas para evitar incidentes.

De esta forma, la superficie comercial Mercaloix sigue los pasos de algunas grandes cadenas hoteleras con multitud de alojamientos en Benidorm, que hace unos meses también decidieron decir basta y vetar el acceso de estos vehículos en sus establecimientos por los múltiples problemas que ocasionaban. La falta de control por parte de los conductores o las imprudencias que los turistas más arriesgados cometen cuando se suben a una de estas sillas autopropulsadas han sido los principales detonantes que han llevado a los negocios del mercado de la zona inglesa a cerrar sus puertas, al menos, a los aparatos para dos personas.

Pisotones y daños

«Tenemos pasillos muy estrechos y los de dos plazas no pasan. Los pisotones a muchos de nuestros clientes son el pan nuestro de cada día», relata Paqui Sanchís, que trabaja desde hace décadas en una de las cafeterías de este mercado tan frecuentado por los turistas británicos. «A mi me gustaría que no pudieran acceder ninguna de las sillas, ni las de dos plazas, ni las de una», apunta la trabajadora, quien indica que más de una vez ha tenido que presenciar como uno de estos vehículos «embestía» parte del mobiliario de su bar, por suerte sin clientes sentados en ese momento.

La opinión de Paqui es unánime en todo el Mercaloix. «No podemos seguir así. Tenemos que esquivar permanentemente a las sillas motorizadas», explica David García, responsable de una de las oficinas de cambio de moneda, quien además indica que la intención es impedir el acceso a todas las sillas autopropulsadas, tanto de dos plazas como de una. «Estamos buscando el encaje legal para poder hacerlo de forma segura», explica este hombre quien admite no tener la certeza de que la normativa avale el veto sobre los vehículos individuales.

En caso de emergencia

Otra de las cosas que también preocupa, y mucho, a los responsables de negocios en Mercaloix es qué hacer en caso de emergencia. «Tenemos un plan de evacuación pero si debemos abandonar por cualquier incidente el complejo la presencia de estas sillas en los pasillos del mercado puede ser un auténtico problema», advierte David García, de la oficina de cambio de moneda.

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