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Los hoteles barajan acudir a la vía penal para frenar las pérdidas por las quejas falsas de los británicos

Hosbec se reunirá con las autoridades judiciales de Benidorm para examinar la viabilidad de «castigar» a los clientes que tramitan reclamaciones para recuperar el dinero de sus vacaciones

Turistas británicos disfrutan de sus vacaciones en la ciudad de los rascacielos, en imagen de archivo. david revenga

Los hoteleros de la Costa Blanca no están dispuestos a cruzarse de brazos ante el fraude de las reclamaciones falsas tramitadas por los clientes británicos para recuperar el coste de sus vacaciones. Por ello, Hosbec ha decidido examinar todas las opciones a su alcance con el fin de frenar una estafa que causó, sólo durante el pasado verano, un agujero económico de cerca de 10 millones de euros en la planta de Benidorm. Un auténtico descalabro para los alojamientos de la capital de la Costa Blanca, cuyos responsables no quieren volver a sufrir y, para ello, barajan incluso la posibilidad de acudir a la vía penal. Así lo confirmaron ayer fuentes de la patronal a preguntas de este diario.

De hecho, responsables de la asociación empresarial Hosbec han solicitado ya un encuentro con las autoridades judiciales de Benidorm para examinar, de forma conjunta, la viabilidad de «castigar» a los clientes británicos que cursen reclamaciones cuya falsedad sea flagrante. No hay que olvidar que estas quejas, que tanto daño han causado a las cuentas de los hoteleros, vienen a denunciar una supuesta indisposición estomacal de los huéspedes tras ingerir un alimento o bebida en el alojamiento en cuestión. El turista «culpabiliza» al establecimiento en el que ha pernoctado de no haber podido disfrutar de sus vacaciones, contratadas con un mayorista de viajes, y éste devuelve el importe de la estancia a modo de indemnización, generando importantes pérdidas económicas para los hoteles.

Pero ahí no queda la cosa. El revés económico es aún mayor para el hotel afectado por esta práctica fraudulenta, ya que además de verse obligado a devolver el importe de la estancia a modo de indemnización, está obligado a pagar los costes por la asistencia legal. Un negocio redondo para los «despachos buitres» de abogados británicos, que han visto en la estafa un auténtico filón. Cabe destacar que los letrados pueden llegar a embolsarse hasta cerca de 5.000 libras (5.900 euros) por cada reclamación que tramitan, mientras que el cliente percibe alrededor de 500 libras (590 euros), como compensación.

Esta circunstancia ha generado un repunte de abogados británicos que, durante la temporada alta, se desplazan hasta ciudades turísticas como Benidorm para ofertar sus servicios con el suculento reclamo de unas vacaciones a coste cero. Y son muchos los que «caen» en su trampa.

Estafas flagrantes

Por ello, los hoteleros de la capital de la Costa Blanca quieren armarse de cara al próximo verano, ya que se temen una nueva oleada de reclamaciones falsas. De ahí que hayan decidido examinar las posibilidades de llevar a la vía penal a los clientes que cursen quejas cuya falsedad sea evidente. «Hemos llegado a recibir reclamaciones más de un año después de que el cliente se hospedara en en un hotel, en las que se alegaba una intoxicación alimentaria, y cuando analizamos la evolución de su estancia, a través de los procedimientos de trazabilidad, observamos que consumió con total normalidad durante todas sus vacaciones, llegando a pedir bebidas alcohólicas», revelaron ayer fuentes de la patronal hotelera.

Otros turistas directamente han presentado reclamaciones alegando una indisposición estomacal durante sus vacaciones en diferentes ocasiones y hoteles, destacaron desde la patronal. «Tenemos algunos clientes que son reincidentes en esta práctica fraudulenta», apuntaron estas mismas fuentes.

Precisamente, la patronal «no descarta» denunciar por la vía penal a los clientes que protagonicen casos como los descritos unas líneas más arriba. «Estamos hablando de casos cuya falsedad es flagrante. Están cometiendo un delito de estafa y pueden ser castigados por ello», consideraron desde la asociación empresarial.

No obstante, por ahora este paso todavía no se ha dado en la Costa Blanca. En cambio, según fuentes consultadas por este diario, en otros puntos turísticos algunos empresarios del sector sí se han decidido a llevar tanto a clientes como al mayorista de viajes que acepta la reclamación falsa ante los tribunales. Una estela que podrían continuar los empresarios turísticos de Benidorm, en algunos casos concretos.

Otras medidas disuasorias

Mientras se estudia la viabilidad de llevar a la vía penal a los titulares de las reclamaciones falsas, los hoteleros de Benidorm, uno de los puntos turísticos del país más afectado por esta estafa debido a su dependencia del mercado británico, ya han tomado cartas en el asunto para poner coto al fraude de los abogados de Reino Unido.

Reducir el cupo de plazas que los establecimientos reservan a los touroperadores es una de las medidas con las que se pretende poner freno a la problemática. Así como elevar el precio de las camas que salgan a la venta a través de paquetes de vacaciones.

Otra de las estrategias es elevar el control sobre las bebidas y comidas que consumen los clientes británicos durante su estancia, con el fin de poder cotejar su comportamiento si más adelante presenta una reclamación. De hecho, es a través de este mecanismo como hasta ahora están haciendo frente los empresarios del sector al aluvión de quejas con las que se busca recuperar el importe pagado por las vacaciones. En algunos casos, sí logran pararla o suspenderlas de forma puntual hasta que resuelva la autenticidad de las mismas.

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