El tiempo apremia y la multinacional francesa Unibail Rodamco no quiere que otro revés retrase todavía más la llegada del primer centro comercial a Benidorm. La firma promotora de esta gran superficie se ha marcado un plazo máximo de dos meses para iniciar los primeros movimientos de tierra sobre el terreno de la zona industrial donde se levantará este gran espacio comercial, de 58.500 metros cuadrados y que está previsto que pueda generar unos 2.000 empleos. Así lo confirmaron ayer fuentes cercanas a la mercantil, que indicaron que, además del interés de la propia empresa en establecerse de una vez en Benidorm, también hay otro motivo de peso: la inminente caducidad de licencias a la que se podría ver abocado el proyecto.
La Generalitat Valenciana autorizó a Unibal Rodamco la implantación de este centro comercial en la zona industrial de Benidorm en diciembre de 2015. La resolución de la Conselleria de Comercio establecía un plazo de 18 meses para el comienzo de las obras, con posibilidad de ampliarlo otros seis meses más. Un año y dos meses después de aquella autorización, el proyecto sigue sin haber avanzado ni un ápice, de modo que, de continuar todo igual, a partir del próximo 14 de junio el Consell podría dar por caducado el expediente. Y eso es lo que por todos los medios quiere evitar la multinacional del sector.
Principalmente, según indicaron fuentes consultadas por este diario, porque la promotora no ha tenido nada que ver con los retrasos que se han venido sucediendo desde entonces. Entre ellos, la necesidad de solventar trámites municipales -como la modificación del PGOU-; la aprobación de informes de distintas consellerias; las autorizaciones de los accesos por parte del Ministerio de Fomento; y los recursos de la «competencia» -como los del comercio local de Benidorm representado por Aico o dos de las grandes superficies de la comarca, como Carrefour y el centro comercial La Marina de Finestrat; éste último, todavía sin resolver-.
Permisos
Los planes de Unibail Rodamco pasan ahora por presentar ante el Ayuntamiento el único trámite que estaría aún pendiente antes de poder meter las máquinas: el proyecto de desmonte para obtener la licencia municipal. Su redacción está ya en un estado muy avanzado y, según las mismas fuentes, podría estar en la mesa de los técnicos municipales de Urbanismo en cuestión de diez o 15 días.
La firma cuenta ya con el visto bueno del agente urbanizador, la mercantil Terra Village, participada al 50% por Enrique Ortiz, de modo que, con el permiso municipal en la mano, la mercantil comenzaría de inmediato a allanar el terreno donde está proyectado este macrocentro comercial.
Sin impedimentos sobre el papel
Al margen de este último trámite y la aprobación del proyecto de ejecución, la promotora del centro comercial tendría ya despejado todo el camino para poder comenzar a construir la superficie. Como ya avanzó días atrás este diario, hace escasamente dos semanas la Generalitat ya dio luz verde al informe ambiental y territorial estratégico del plan parcial 3/1 para destinar sus 185.000 metros cuadrados a uso industrial y comercial.
Estos informes eran el último gran escollo para el desarrollo de todo el sector, después de que Fomento ya autorizara meses atrás el proyecto para ejecutar los nuevos accesos por medio del conocido como «vial discotecas» y la rotonda de enlace con la N-332. Para esta última obra, el Ayuntamiento de Benidorm tiene previsto reservar 1.6 millones en el presupuesto municipal de 2017, mientras que la multinacional aportará otros 3 millones hasta completar la inversión.
Está previsto que su construcción se realice en paralelo a la del propio centro comercial.
