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Análisis

De fantasmas, pactos y mociones

Los rumores sobre acuerdos para desbancar al PP del poder o auparle con mayoría absoluta se avivan cada cierto tiempo y de forma alterna en Benidorm

El líder socialista, el representante de CBM y un edil de C´s en un pleno. David Revenga

Ayer. Un sábado, 14 de enero. Es la fecha que llegó a sonar en algunos despachos municipales, y también autonómicos, como el día perfecto para forzar una moción de censura contra el gobierno popular de Benidorm. Pero ayer no pasó nada. Todo fue un sueño para algunos, pesadilla para otros. Toni Pérez sigue siendo alcalde de la capital turística de la provincia. Una plaza clave que dirige con tan solo siete ediles más. Un reducido y, a veces, insuficiente equipo para gestionar la ingente cantidad de asuntos que se despachan en una ciudad como Benidorm y que, a la postre, siempre va en detrimento de los intereses municipales. Pese a ello, al primer edil le gusta hacer alarde de ello. A Pérez le costó llegar al sillón, pero se ha agarrado con fuerza entre los empujones propios de un escenario político tan fragmentado como el que se da en el Consistorio benidormense, con hasta seis formaciones en juego.

Con tal panorama y tratándose de política, aquí puede pasar de todo. Pero también nada. Los rumores son continuos. Rara es la semana que no se escucha en algún pasillo la nueva combinación estrella que permitirá desbancar al PP de la Alcaldía. Conjeturas y cábalas que siempre tienen un efecto boomerang en el Ayuntamiento de Benidorm para devolver la balanza del lado popular. Entonces la teoría que vuelve a sonar con fuerza es la de un pacto que dote al reducido gobierno local de más estabilidad. Y vuelta a empezar. Pasan los días, las semanas, los meses y nadie da un paso al frente. Y mientras, en el bando del PP se frotan las manos porque en Benidorm la fragmentación política les ha venido bien. Muy bien.

El PSOE ostenta la Alcaldía en Alicante y en Elche. Pero en Benidorm... No. Y eso, para algunos dirigentes autonómicos de la formación del puño y la rosa, es incomprensible. A sólo un concejal de diferencia, el líder del grupo municipal socialista, Rubén Martínez, no ha sido capaz de medirse con Pérez y arrebatarle el bastón de mando. Y no será porque no lo ha intentado. Con siete ediles en sus filas, el representante del PSOE necesitaría hasta seis espadas más para emprender batalla. Cuenta, casi por inercia, con las dos de la liberal Gema Amor -antigua socia de gobierno- y, si corteja con acierto, con la de Compromís. Una. Porque aunque el partido de Mónica Oltra tiene pareja en Benidorm, el concejal de Los Verdes, ese no es lo que se dice un matrimonio bien avenido.

Las cuentas no salen. Faltan tres. Y ahí es donde entra en juego Ciudadanos (C´s). A Martínez le encantaría tener algo de química con los tres de Albert Rivera en el Ayuntamiento de Benidorm. Pero es una relación que cada vez vive más crisis, en número e intensidad. De hecho, a los regidores de la formación naranja se les ve cada día más cercanos a los del PP, porque estos últimos también ceden ante C´s. Un romance que se afianza para desgracia de el socialista Rubén Martínez, que ve peligrar su cabeza si no logra dar con la fórmula para echar a Toni Pérez del asiento. Algo que se complica. Más teniendo en cuenta que la suma PP (8), C´s (3) y Ciudadanos por Benidorm -CBM- (2) da mayoría absoluta. Y entre estas formaciones la atracción es innegable. No se descarta un pacto de gobierno.

Pero cuidado con los fantasmas del pasado. Dicen que la historia siempre acaba por repetirse. Y, en el último cuarto de siglo, el Ayuntamiento de Benidorm ha vivido dos mociones de censura de lo más sonadas. Así que aquí no se descarta nada. Ni siquiera que algún edil popular haga piña con CBM y termine por apoyar al PSOE. O que C´s se lo piense otra vez, en bloque o por separado. Las opciones, como los rumores, son infinitos.

Lo único cierto, a día de hoy, es que las ansias de poder de muchos, las diferencias -a veces irreconciliables y a veces negociables- entre otros y, sobre todo, la falta de una unidad estable entre los cinco grupos de la oposición pueden permitirle a Toni Pérez salir con vida de este mandato e, incluso, sumar puntos para la próxima partida en perjuicio, cabe destacar, de aquellas formaciones minoritarias que irrumpieron en el Consistorio un mayo de 2015 con aires de cambio y regeneración, que se han ido viciando con el paso del tiempo.

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