El maratoniano pleno que se celebró ayer en el Ayuntamiento -que se prolongó durante diez horas, más una de receso para comer- acabó en una descomunal bronca entre gobierno y oposición, a raíz del decreto sellado por el PP para contratar a un técnico externo para el asesoramiento urbanístico por 16.988 euros. Como ya contó días atrás este diario, los grupos de la oposición tumbaron en la comisión informativa de Hacienda el fichaje de este asesor, a pesar de lo cual la edil de Contratación autorizó el gasto días después por la vía del decreto al ser un contrato menor.

PSOE, Compromís-LV y Liberales llevaron ayer a pleno por la vía de urgencia una moción para intentar quitar al ejecutivo competencias en esta materia y en otras de calado económico, que exigía, entre otros asuntos, que todas las contrataciones y los modificados presupuestarios fueran aprobados por la mayoría del pleno. Con el pretexto de esta moción, todos los grupos sin excepción recriminaron al gobierno local su falta de diálogo pese a estar en minoría, así como los reiterados incumplimientos de compromisos que adquirió en la aprobación de los presupuestos municipales y que finalmente no se han llevado a cabo. Uno de los más críticos con esta gestión fue el portavoz de C's, Rafa Gasent, a pesar de lo cual su grupo no apoyó finalmente la moción. Este rechazo, sumado a los votos en contra de PP y CBM, impidieron que la moción acabara prosperando.