La Penya Els Coeters se alzó esta madrugada con el primer premio del Desfile del Humor gracias a su «Rotonda de Toni», una parodia que giró en torno al polémico carril bici de Jaime I y que también disparó los dardos de su crítica hacia otros temas de actualidad, como la «preferencia» entre la «gent del poble» o los turistas, la peatonalización de la avenida de la Armada Española, la saturación del transporte público, los dos años de reinado de las reinas y damas de las Fiestas o la Policía Local, para ésta última valiéndose de un gag en el que simularon la «central Toulouse», en alusión al bar en el que almuerzan o toman café muchos de los agentes de este cuerpo.

Pese a la simpleza del montaje, la casi perfecta interpretación de todos los participantes, la buena calidad de la grabación y la gracia con la que pusieron en escena sus críticas permitieron a esta peña obtener la máxima puntuación por parte de los nueve jurados seleccionados por la Associació de Penyes y, además de con el primer premio del Desfile, alzarse con una recompensa económica de 1.200 euros.

Bavallons, con su sátira «El truco final» en la que caracterizaban a Rajoy como un mago y a Pedro Sánchez o Rita Barberá como víctimas de sus juegos de ilusionismo, se clasificó en segunda posición y se llevó los 1.000 euros del Premio Especial José Manuel Galiana.

Tras ellos, la penya Desbaratats fue recompensada con el tercer galardón y un premio económico de 800 euros por el montaje «Ongi etorri Benidorm», a la que le siguieron el «Benimanía» de la Penya Equisdé y, en quinta posición, la «Matrimoniada» de la Penya Ni pa tú ni pa mí, que se llevaron 400 y 200 euros de dotación económica, respectivamente. La otra cara de la moneda fue anoche para las peñas L'Espardenya y el dúo formado por Sambori-La Creïlla, que no lograron convencer al jurado y se fueron del Desfile del Humor sin premios. Y lo mismo ocurrió con Anem sobrats, que también tenían previsto salir en el pasacalles humorístico y que finalmente se acabaron retirando y ni siquiera se presentaron a la hora fijada para el desfile.

El acto transcurrió a ritmo bastante lento, sobre todo en la primera parte del recorrido. Los miembros de la gestora de la Associació de Penyes Verge del Sofratge habían previsto que los participantes realizaran entre diez y doce paradas a lo largo del recorrido, aunque finalmente tuvieron que ampliar el número por dos motivos. Por un lado, porque la Penya Bavallons, que participaba en segunda posición, tuvo algunos problemas con la estructura que simulaba una cárcel en la que iban encerrados varios políticos del PP corruptos, y sus componentes tuvieron que mover prácticamente a plomo la misma a lo largo de todo el recorrido. Por otro lado, porque el numeroso público que esperaba en la calle las actuaciones reclamaba a cada uno de los participantes que se parara ante ellos para poder ver sus puestas en escena, lo que dificultó que la organización pudiera contentar a todos. Esto último provocó que algunos peñistas y otros asistentes tuvieran que acabar desplazándose y quedaran diversas «calvas» de público, sobre todo, desde la mitad de Ruzafa hacia abajo.

Las peñas comenzaron a llegar ante la tribuna de autoridades pasadas las 20.40, más de una hora y media después del comienzo del desfile. Allí, autoridades festeras y municipales, con el alcalde Toni Pérez a la cabeza, recibieron con estoico sentido del humor las críticas y aplaudieron con esmero a todos y cada uno de los participantes. La anécdota de la noche fue cuando un peñista de Ni pa tú ni pa mí, caracterizado de candidata a reina de las Fiestas que se declaraba fan de Toni Pérez, se acercó hasta el alcalde para pedir que le dedicara una fotografía, a lo que éste accedió gustoso despertando el aplauso y las risas del público.