Cientos y cientos de flores para mostrar el fervor de un pueblo por su patrona, la Mare de Déu del Sofratge. Benidorm vivió ayer por la tarde noche uno de los momentos más emotivos de sus fiestas mayores en Ofrenda a la Virgen, momentos después del Hallazgo.

Cerca de las 19 horas las 186 peñas comenzaron a recorrer las principales calles del centro de la ciudad para llegar poco después a la iglesia de San Jaime y Santa Ana, donde se encontraba ya la patrona para recibir a los festeros.

Las Damas y Reinas y las autoridades municipales y festeras fueron los últimos en brindar sus flores a la Virgen. Minutos después, la máxima representante de los pequeños de las Fiestas, Paula González de Zárate Such, entonó el tradicional verso escrito por Vicenta Pérez Bayona (Cuqui), e invitó con una gran sonrisa a todo el pueblo de Benidorm a disfrutar de sus días grandes.

En un emotivo parlamento, la Reina Mayor, Beatriz Amor Rodríguez, rindió homenaje a las mujeres de Benidorm, que, según dijo, se caracterizan «por su valentía, su carácter emprendedor», que les ha permitido «transformar un pequeño pueblo en el Benidorm turístico del que tan orgullosos estamos».

En una segunda parte de su discurso manifestó su devoción por la patrona, a la que pidió amparo para todos los benidormenses. La máxima representante de los festeros también tuvo palabras de cariño para su tía, la liberal Gema Amor, que este año por primera vez se pierde las fiestas por motivos de salud.

Una vez culminó el sentido pregón a cargo del que fuera ingeniero municipal, Francisco de Santiago Andrés, el presidente de la Comisión de Fiestas, Manuel Agüera, dirigió unas palabras al público a través de presentadora del acto, Esperanza Rostoll Aznar, ya que la faringitis que sufre estos días le impidió hacerlo de su propia voz.

«Hay que implicarse en las fiestas, conocerlas y trabajar desde dentro, conocer lo que cuestan sacar adelante y aprender a valorar a los mayorales, que año a año luchan por ellas», afirmó el presidente a través de su compañera. Agüera también quiso dedicar unas sentidas palabras a la Virgen y le pidió «que siga protegiendo a sus hijos como la madre amorosa que es». El alcalde, Toni Pérez, fue el encargado de cerrar este acto, uno de los más importantes de las celebraciones mayores.