La Fundación Raúl Mérida, una institución provincial dedicada a la protección de animales, ha iniciado gestiones para intentar que el propietario de este oso acceda de manera voluntaria al traslado del ejemplar a un santuario para este tipo de especies. Así lo confirmó ayer el propio Mérida, que explicó que hace dos años ya consiguieron rescatar a otros dos osos, al parecer de la misma persona, y llevarlos a una reserva ubicada en Sevilla.

Mérida señaló que, por la información aportada por el Seprona, el animal reuniría las condiciones que legalmente exige la Administración: «El dueño puede tener concedido el núcleo zoológico, permiso para tener el animal y disponer de un CITES que confirme que su procedencia es legal. Otra cosa es que éticamente nos parezca bien o mal que viva en esas condiciones», un planteamiento que también comparten los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza. «Pero si cumple la legalidad, el Seprona no pueden actuar», agregó Mérida.

Por ello, según explicó, el único ámbito para poder actuar sería que el dueño accediera voluntariamente a ceder el animal para reubicarlo en un lugar mejor. Raúl Mérida afirmó que, en el caso de conseguirlo, el oso podría ser trasladado al Arca de Noé, el centro de rescate que su fundación tiene en Mutxamel, y desde allí contactar con santuarios para estos animales de Europa con los que trabajan para que acojan al oso.