El gobierno local popular de Benidorm ha decidido ir un paso más allá y exigir a la empresa propietaria del ya clausurado Burger King de Jaime I que costee también las obras de adecuación proyectadas en la parcela donde tuvo durante años uno de sus locales de comida rápida en Benidorm, como explicaron ayer a este diario desde el ejecutivo local. El establecimiento echó el cierre hace menos de un mes tras la orden municipal que obligaba a la mercantil a desalojar el solar, al tratarse de suelo público, y a su posterior demolición.

Por ello, antes de abandonar el establecimiento, la mercantil Quick Meals Ibérica -propietaria del bar de comida rápida- y el Ayuntamiento benidormense llegaron a un acuerdo por el cual la empresa se comprometía a asumir el coste del derribo total del local, antes del 15 de octubre de este año. Un plazo que venció el pasado sábado sin que el edificio se haya borrado del mapa de Benidorm, pese a que la mercantil ya ha echado el cierre.

Los cambios introducidos por el Consistorio sobre el proyecto inicial de demolición son los culpables de este retraso. No hay que olvidar que, como ya adelantó este diario, el Ayuntamiento reculó y optó por mantener en pie parte de las instalaciones para dotar de aseos así como de un almacén municipal al viejo cementerio, que linda con la antigua hamburguesería.

Un proyecto que se completa con la creación de una zona ajardinada de acceso al camposanto, que el Ayuntamiento pretende que también costee la mercantil, como adelantó ayer a este diario el concejal de Escena Urbana, José Ramón González de Zárate, quien admitió que están a la espera de que la empresa responda si finalmente decide asumir este nuevo encargo, ya que no se contempló en el acuerdo inicial.

Presentación del proyecto

Cabe destacar que los técnicos municipales presentaron ayer el proyecto diseñado sobre el solar en cuestión, que hasta ahora ha estado ocupado por el local de comida rápida, ante el consejo asesor de Escena Urbana -órgano consultivo integrado por funcionarios municipales, y representantes políticos, empresariales y vecinales-. Un proyecto que contempla reconvertir una parte de la actual edificación del restaurante en un almacén y aseos que den servicio al camposanto, y que estén integrados dentro de una zona ajardinada y libre de barreras arquitectónicas que dé acceso al cementerio.

Rechazos

Desde Liberales mostraron su desacuerdo a mantener cualquier tipo de edificación. «Si se le exige a un particular o empresa respetar el Plan General y, por ello, hace casi dos años iniciamos el desahucio de Burger King, el Ayuntamiento no puede interpretar ahora a su antojo el PGOU, ya que debe ser el primero en dar ejemplo. No podemos exponernos a denuncia alguna por vulnerar la norma y mucho menos implicando en la decisión a los miembros del consejo asesor de Escena Urbana», alegaron desde la formación que lidera Gema Amor.

Defensa

Por su parte, González de Zárate indicó que el consejo del Cementerio ha trasladado las carencias que tienen y de ahí que se haya decidido mantener parte de la instalación para crear un almacén y unos aseos. «Con la actuación se va a mejorar la accesibilidad al camposanto», recalcó el también portavoz del gobierno local popular. En lo relativo al retraso, señaló que si la actuación se ha demorado ha sido buscando un beneficio para los vecinos y la ciudad, ya que la intención del ejecutivo municipal es que las obras de adecuación no supongan coste alguno para las arcas públicas.