Restringir los accesos en coche para dotar de mayor protección al paraje. El Ayuntamiento de Benidorm estudia limitar el tráfico rodado en la Cruz del parque natural de la Serra Gelada, como ya ocurre en el tramo que va a la Punta del Cavall o en el Camí del Faro de l'Albir, para reducir la basura y las pintadas que, como contó ayer este diario, sufre con frecuencia este privilegiado enclave, muy frecuentado por turistas al ofrecer unas vistas únicas de la bahía y los rascacielos.

El concejal de Movilidad y Limpieza, José Ramón González de Zárate, avanzó ayer que esta medida es una de las que está barajando con mayor peso el Consistorio para frenar la degradación de la zona y, a su vez, responder a la petición de decenas de aficionados al senderismo, que han registrado quejas por escrito en las que alertan de que los coches circulan a gran velocidad y piden aumentar la seguridad.

El plan municipal pasaría por cerrar al tráfico el último tramo de la subida a la Cruz, lo que obligaría a quien quisiera acceder a ella a recorrer a pie en torno a 500 metros hasta llegar al sendero de tierra previo a este monumento. Según el edil, se ha detectado que hay personas que «compran comida rápida» en establecimientos cercanos a la Serra Gelada «y suben hasta la Cruz, comen y luego dejan tirada toda la basura que les sobra. Si tuvieran que subir andando el último tramo, probablemente dejarían de hacerlo», agregó González de Zárate.

Para llevar a cabo esta limitación, el Consistorio está estudiando cuál sería el punto idóneo para instalar las barreras, aunque hay varios problemas. Por un lado, porque hay numerosas viviendas diseminadas por todo el camino; por otro, porque el corte tendría que hacerse en un punto en el que puedan estacionar varios vehículos y, a su vez, permita dar la vuelta para bajar.

González de Zárate señaló que con esta medida, además, «se fomentaría que la gente use la bici o suba andando y se reduciría la contaminación en el parque natural y los actos vandálicos en la Cruz».