Desde hace un lustro el mes de septiembre se ha convertido en el segundo agosto para el sector turístico de Benidorm. Las buenas temperaturas que se registran también en este mes y la notable bajada de visitantes que colapsan calles, tiendas y bares durante las semanas centrales de la temporada alta provoca que muchos viajeros escojan esta época del año para hacer su escapada estival. Y la capital de la Costa Blanca es uno de esos destinos que en septiembre se cotiza bien. Una tendencia que va al alza. De hecho, el aumento de reservas anticipadas registrado este año hace presagiar un septiembre histórico para el sector, como explicaron ayer fuentes de la patronal hotelera Hosbec.
A diferencia de lo que ha venido sucediendo los meses de julio y agosto, en los que las reservas de última hora han jugado un papel determinante para mantener al alza el número de pernoctaciones, septiembre se presenta asegurado en este sentido. Prueba de ello es que los precios de las pocas plazas que quedan disponibles para las próximas semanas rondan los 100 euros por noche como mínimo, según se refleja en los principales portales de reservas.
Las ventas anticipadas para este periodo comenzaron a cerrarse hace meses y, en mayo, ya se había vendido en torno al 75% de las plazas hoteleras que aglutina Benidorm, como cifraron desde Hosbec a este diario. Esto se debe, en gran medida, al buen comportamiento de los mercados internacionales, especialmente el británico, cuyos clientes suelen adquirir sus estancias con cierta antelación si se compara con el turista nacional, que este verano ha ido disminuyendo su presencia en los alojamientos de la ciudad turística.
El buen ritmo en las reservas de Benidorm hace presagiar, al arranque del mes, un septiembre para la historia. No sólo en términos de ocupación hotelera sino también en lo relativo a la facturación de los establecimientos. Hay que tener en cuenta que el aumento de la demanda, incluso con tanta antelación, ha permitido a algunos alojamientos de la ciudad turística colgar el cartel de completo sin necesidad de recurrir a ofertas de última hora, lo que en la práctica significa un ajuste de precios.
La ausencia de descuentos en las tarifas unida al perfil de los turistas de esta época del año, que gozan de un mayor poder adquisitivo que los visitantes de los meses centrales de la temporada alta, permite elevar los ingresos no solo para los hoteleros sino también para comercios y bares. «Vienen más parejas sin hijos», destacaron desde la patronal Hosbec.
